El intendente se encuentra abocado a resolver el conflicto generado por la semipeatonal en Villa Mitre, un proyecto que, según los vecinos, fue ejecutado sin el debido análisis previo. La iniciativa, que en un principio requería un estudio de factibilidad que incluyera evaluaciones del tránsito y consultas con los comerciantes y vecinos, terminó implementándose de manera directa, sin considerar las implicaciones que hoy generan malestar en la comunidad.
Uno de los principales problemas que se evidencian es el impacto negativo en la actividad comercial. “El trabajo en los negocios bajó un 60-70%”, aseguran los comerciantes de la zona, quienes afirman que antes la calle estaba en constante movimiento y ahora se ven calles vacías. “Podés quedarte horas y contás con los dedos de una mano la gente que pasa caminando. Ni siquiera transitan a pie”, lamentan.
Otro punto crítico es la falta de infraestructura adecuada, lo que provoca inundaciones en los días de lluvia. “No se puede transitar, el agua entra en los negocios. Ayer tuvimos la fiesta del jardín en el Club Villa Mitre y las calles estaban desbordadas. Tuve que cruzar con los zapatos en la mano, con el agua hasta casi la rodilla. Es vergonzoso”, expresó una vecina.
Los desagües también presentan fallas, lo que ha derivado en accidentes. “El otro día una señora metió el pie en un agujero y se cayó. No pasó a mayores, pero podría haberse quebrado la pierna“, denunciaron. A pesar de la llegada de ingenieros y expertos para evaluar la situación, los vecinos afirman que “siguen midiendo y mirando, pero no hay soluciones concretas“.
El descontento generalizado lleva más de dos años y los habitantes de Villa Mitre piden respuestas urgentes. “Esto no da para más, está todo mal hecho. No sabemos cuándo empezó ni cuándo va a terminar”, concluyen.
