Los vecinos del barrio Villa Esperanza llevan más de una década reclamando la construcción de un puente seguro que conecte la zona con otros barrios cercanos. Actualmente, la única alternativa es una estructura precaria, improvisada por los propios vecinos, que representa un grave peligro para quienes la cruzan a diario.
“La gente se arriesga a cruzar con sus hijos para llegar a la salita de primeros auxilios o a la escuela. Han caído personas, niños y hasta animales. Es necesario que hagan algo”, expresó Lorena, una de las vecinas que impulsa el reclamo.
El puente, conocido como “El Caño Azul”, originalmente era solo un caño de agua, al que con el tiempo los vecinos le agregaron maderas y chapas para facilitar el paso. Sin embargo, el constante tránsito y la falta de mantenimiento han deteriorado la estructura, convirtiéndola en un punto de riesgo.
“Imagínate lo que es en invierno, con la oscuridad. Los chicos que van a la escuela tienen que pasar por ahí sí o sí. Si quisieran evitarlo, tendrían que desviarse por Esmeralda, lo cual es un recorrido larguísimo”, agregó Sara, otra vecina.
Los reclamos al municipio se han realizado en reiteradas ocasiones. Incluso, según relataron las vecinas, en una visita al barrio se le expuso la problemática al intendente Federico Susbielles. “Lo llevamos hasta el lugar para que vea la situación y nos ayude. Ojalá ahora vea esta nota y nos dé una solución”, enfatizaron.
Las consecuencias de esta falta de infraestructura son preocupantes. En la salita del barrio han atendido casos de heridas graves, fracturas y hasta infecciones debido a la contaminación del arroyo. “La gente cae y termina lastimada. Y después tiene que volver a cruzar por el mismo lugar para llegar a la salita”, señalaron.
