El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es un padecimiento que forma parte de los trastornos de ansiedad y puede afectar profundamente la vida de quienes lo sufren. El médico Carlos Graiño, con 40 años de experiencia en la atención de pacientes, explica que este cuadro se origina en situaciones de estrés intenso y puede generar una sensación de alerta permanente que impide llevar una vida normal.
“El estrés en sí mismo no es negativo. Es una señal de alarma que nos mantiene vivos, pero cuando se vuelve constante y no permite descansar, se transforma en un trastorno”, detalla Graiño. El TOC se caracteriza por pensamientos obsesivos que generan una necesidad compulsiva de realizar ciertas acciones para reducir la ansiedad.
Si bien muchas personas tienen pequeñas obsesiones cotidianas, como acomodar los billetes de menor a mayor o verificar varias veces que las luces y el gas estén apagados, el TOC se diferencia porque altera significativamente la vida diaria. “Cuando el trastorno impide el normal desenvolvimiento de la persona, se vuelve un problema que necesita tratamiento”, explica el especialista.
Un ejemplo concreto que menciona Graiño es el de un paciente que, desde su infancia, fue expuesto a comentarios humillantes de su padre, quien lo llamaba “mugriento”. Años más tarde, desarrolló una compulsión por lavarse las manos de manera obsesiva, al punto de lastimarse la piel. “El síntoma obsesivo compulsivo nos está diciendo algo. Es un código que debemos descifrar”, señala el médico.
El tratamiento del TOC combina medicación para aliviar la angustia con terapia psicológica, que permite comprender el origen del trastorno y aprender a controlarlo. “Los resultados son muy buenos cuando se trabaja de manera complementaria”, concluye Graiño, destacando la importancia de un abordaje integral para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
