El 23 de marzo marcará un antes y un después en el sistema previsional argentino. Según confirmó el abogado previsionalista Diego Berman, la moratoria previsional establecida por la Ley 27.705 no será prorrogada, lo que dificultará el acceso a la jubilación para miles de personas que no cuentan con los 30 años de aportes requeridos.
“Las señales del gobierno han sido claras: no se va a prorrogar la moratoria. Esto significa que, a partir del 24 de marzo, las mujeres que cumplan 60 años y los hombres que lleguen a los 65 sin los aportes completos tendrán serias dificultades para jubilarse“, explicó Berman.
Si bien existe otro plan de pagos vigente, este no permite regularizar los 30 años de aportes en su totalidad, por lo que cada caso deberá ser analizado de manera particular. “La realidad es que la mayoría de las personas sin los 30 años de aportes tendrán muy complicado el acceso al beneficio jubilatorio“, afirmó el abogado.
Jubilaciones mínimas y alternativas
En cuanto al monto de las jubilaciones, Berman señaló que la gran mayoría de quienes acceden a la moratoria lo hacen con la jubilación mínima. Actualmente, con el bono adicional, este monto ronda los $340.000. “En general, la gente que se jubila por moratoria no tiene aportes o tiene pocos años aportados. Sin embargo, hay excepciones. Por ejemplo, si alguien tiene 20 años de aportes y completa con la moratoria los 10 restantes, podría recibir un haber superior”, detalló.
El impacto de la falta de aportes
Según la experiencia del abogado previsionalista, la mayoría de las personas que buscan jubilarse en Argentina dependen de una moratoria. “Diría que el 90% necesita de una moratoria para llegar a los 30 años de aportes. Hay personas que tienen 5, 10 o 20 años, pero el promedio indica que a muchos les faltan entre 15 y 20 años de contribuciones“, indicó.
Esta situación ha generado un impacto en la sustentabilidad del sistema jubilatorio. “Hace 20 años que existe este sistema de moratorias, permitiendo que muchas personas se jubilen sin aportes o con muy pocos. Esto ha llevado a un déficit estructural del sistema“, explicó Berman.
Las causas de la falta de aportes
Uno de los principales problemas es el empleo en negro. “Hay quienes trabajaron toda su vida sin aportes o con muy pocos debido a la informalidad laboral. En algunos casos, fue por decisión propia, al aceptar un mejor sueldo en negro, y en otros por desconocimiento, especialmente en sectores como el trabajo rural o el servicio doméstico“, explicó Berman. También mencionó casos de empleados en blanco cuyos empleadores no realizaron los aportes, aunque aseguró que son una minoría y que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) computa esos aportes a favor del trabajador.
Con la eliminación de la moratoria, se prevé que los trámites jubilatorios se reduzcan drásticamente. “El 80% de las personas que se jubilaron en los últimos 20 años lo hicieron gracias a una moratoria. Sin ella, muchos no podrán acceder a la jubilación”, advirtió el abogado.
Como alternativa, se mantiene vigente la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que permite a hombres y mujeres acceder a una prestación del 80% de la jubilación mínima a partir de los 65 años, es decir, aproximadamente $272.000.
Por otra parte, quienes tengan aportes parciales podrán seguir contribuyendo hasta alcanzar los 30 años requeridos. “Si alguien tiene 28 años de aportes, podría seguir trabajando hasta completar el tiempo necesario”, explicó Berman.
Aportes adicionales y beneficios
Para quienes superan los 30 años de aportes, existen beneficios adicionales. “Por ley, si se aportó más de 30 años, se suma un porcentaje adicional que mejora el haber jubilatorio“, señaló Berman, aunque aclaró que la mayoría de los jubilados no se encuentra en esta situación.
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