Margarita Mena, madre soltera de 52 años, lleva años buscando un lugar de internación adecuado para sus dos hijas con discapacidad severa. A pesar de haber recurrido a distintas instituciones y organismos, hasta el momento no ha encontrado una solución.
Carolina, de 36 años, y Ailén, de 34, tienen un atraso profundo, con edades cognitivas de 4 y 2 años respectivamente. Ambas requieren atención constante y cuidados especiales. “Hace tres o cuatro años que estoy buscando un hogar para ellas. Estoy agotada, mi cuerpo ya no da más”, expresa con angustia Margarita.
El día a día de esta madre es una lucha constante. Ha sufrido lesiones, accidentes en su casa y situaciones extremas en la vía pública. “El otro día llevé a una de mis hijas al hospital Pena y se me empacó arriba del colectivo. La otra se quedó 10 cuadras atrás. No sabía cómo hacer para moverlas a ambas”, relata.
A lo largo de los años, Margarita ha recurrido a la municipalidad, a hospitales, a entidades de asistencia social y a organismos de discapacidad sin obtener respuestas. “Me dicen que busque en otro lado, que ellos no pueden hacer nada. Pero, ¿dónde más puedo acudir? Estoy sola en esto”, lamenta.
Las dos hijas de Margarita también padecen epilepsia y necesitan medicación diaria. “Si no toman su tratamiento, no duermen en toda la noche. Tengo que estar en cuatro ojos para que no se golpeen”, explica.
Margarita solo pide un hogar donde sus hijas reciban la atención especializada que necesitan, asegurando que podría cubrir los costos con sus pensiones. “Necesito ayuda urgente. Si ellas estuvieran en un lugar adecuado, podría buscar trabajo y tener una vida más estable”, concluye.
![El drama de una familia. Necesitan internación para dos hijas discapacitadas](https://i.ytimg.com/vi/zKwsmk99ynA/maxresdefault.jpg)