El precio de la carne en Bahía Blanca mostró un aumento de entre un 10% y un 15% en los días, según explicó Claudio Di Salvo, carnicero local. Este incremento se debe, en gran parte, a la quita de retenciones a las exportaciones y a un mayor consumo interno, lo que ha generado una mayor demanda en un contexto de escasez de ganado. “Es un proceso normal, pero va a llevar tiempo acomodarse”, afirmó Di Salvo.
El carnicero detalló que la falta de carne en el campo y el aumento de las exportaciones han impactado directamente en los precios. “El novillo lleva 4 años para llegar al mostrador, mientras que el pollo está listo en 35 días. Al abrir las retenciones para la exportación, el proceso de recuperación de la cadena de carne vacuna va a llevar tiempo”, explicó. Además, señaló que el consumo interno ha aumentado levemente, lo que también ha contribuido al alza de los precios.
En cuanto a los cortes más tradicionales, Di Salvo indicó que el kilo de asado se encuentra en 10.500, mientras que el vacío ronda los 13.500. “El asado y el vacío son los cortes más buscados por los argentinos, pero la gente ha ido modificando sus hábitos de consumo. La clase media, más afectada económicamente, se ha volcado más al cerdo y al pollo, mientras que la clase baja y media baja han mantenido un consumo más estable de carne vacuna”, agregó.
A pesar del aumento en los precios, Di Salvo aseguró que el consumo de carne no ha mermado. “Seguimos moviendo carne. Somos argentinos, vamos a seguir comiendo carne toda la vida”, afirmó. Además, destacó que los clientes han buscado alternativas más económicas, como el cerdo, cuyo precio por kilo de pechito ronda los 8.500 o el bife de cerdo, que se ofrecen en promoción $ 13.000 por dos kilos.
