El 16 de diciembre de 2023 quedó grabado en la memoria de los bahienses como un día trágico. El temporal que azotó la ciudad no solo dejó daños materiales y pérdidas humanas, sino también una profunda huella emocional en la comunidad. Guillermina Aramendi, psicóloga especialista en ecoansiedad, analizó cómo este evento climático extremo ha afectado la salud mental de los habitantes de Bahía Blanca, generando miedo, estrés y ansiedad ante cada nueva alerta meteorológica.
“La ecoansiedad es un término que cobra fuerza después de eventos como el que vivimos. Es el miedo a estar presente en una crisis ambiental o ser parte de una catástrofe natural”, explicó Aramendi. Este fenómeno, reconocido por la Asociación Americana de Psicología, se manifiesta en Bahía Blanca a través del estrés y la angustia que sienten muchas personas ante la posibilidad de que se repita una tormenta como la de diciembre.
Aramendi destacó que, desde el temporal, los bahienses están más atentos a las alertas meteorológicas. “Antes, las alertas pasaban desapercibidas. Hoy, hay personas que evitan salir de sus hogares y toman recaudos que antes no existían”, señaló. Sin embargo, también hay quienes minimizan los riesgos. “Algunos dicen ‘al final no pasa nada’, pero es una forma de negación. No quieren creer que pueda repetirse una situación tan traumática”, agregó.
La psicóloga explicó que esta dualidad entre el miedo y la negación es común en situaciones de crisis. “Hay personas que, a pesar de las alertas, no pueden dejar de cumplir con sus responsabilidades cotidianas, como ir a trabajar. Es una forma de protegerse, pero cuando sucede algo, el impacto es aún mayor”, afirmó.
Uno de los grupos más vulnerables son los niños, quienes han quedado marcados por la experiencia del temporal. “En las escuelas, los docentes cuentan que, cuando empieza a llover, los chicos preguntan si pueden ir a sus casas. Tienen miedo de que vuelva a pasar lo mismo”, relató Aramendi.
La especialista también se refirió a las familias que perdieron seres queridos o sufrieron daños materiales graves. “En los centros de evacuados, como el que se montó en Olimpo, viví experiencias muy fuertes. Las personas que lo perdieron todo preguntaban ‘¿Y ahora cómo sigo?’. Ahí es donde el apoyo emocional y la construcción de redes comunitarias son fundamentales”, sostuvo.
Aramendi brindó recomendaciones para enfrentar la ansiedad que generan las tormentas, especialmente en familias con niños. “Como adultos, debemos transmitir seguridad. Aunque no podemos asegurar que no vuelva a ocurrir, podemos buscar un lugar seguro en casa y acompañar las emociones de los más chicos”, explicó.
“Es importante no negar el miedo, sino validarlo. Decirles ‘entiendo que tengas miedo, yo también, pero vamos a estar tranquilos para resolverlo’. Transmitir calma es clave para manejar estas situaciones”, agregó.
Esta entrada ha sido publicada el 6 de febrero, 2025 20:52
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