El temporal de granizo que azotó Bahía Blanca el pasado domingo dejó cientos de vidrios rotos en viviendas y comercios. Juan Carlos, conocido como “Pocho” y propietario de la vidriería Cristales 1910, ubicada en calle Don Bosco al 600, relató cómo el fenómeno climático generó una demanda récord en su rubro.
“Lamentablemente, es así. La gente quiere soluciones ya, pero hay que tener paciencia”, afirmó Juan Carlos. El vidriero explicó que, tras el temporal, recibieron una avalancha de pedidos para reemplazar vidrios rotos, especialmente en ventanas y ventanales de viviendas. “Tenemos una demanda tremenda. Los colegas también están colapsados, y los turnos se están dando para dentro de varios días”, detalló.
Los daños más frecuentes se registraron en vidrios de medidas estándar, como 20×90 centímetros, comunes en ventanas de habitaciones y baños. “En el centro, los edificios tienen vidrios más chicos, de 80×45 centímetros, y muchos de ellos se rompieron”, explicó Juan Carlos. Aunque destacó que, afortunadamente, las vías de los vehículos no sufrieron tantos daños como en ocasiones anteriores.
Ante la consulta sobre si es posible instalar vidrios más resistentes para evitar futuros daños, Juan Carlos aclaró que hay opciones, aunque con un costo mayor. “Un vidrio laminado de seguridad, como el 3+3, es más resistente, pero sale el doble que un vidrio común”, explicó. Este tipo de vidrio, aunque puede romperse, no se desprende en pedazos grandes, reduciendo el riesgo de accidentes. “Se astilla, pero queda en su lugar, lo que permite cambiarlo con más calma”, agregó.
Sin embargo, el vidriero reconoció que, por cuestiones económicas, muchos vecinos optan por reemplazar los vidrios rotos con materiales similares a los originales. “La gente elige lo más accesible, aunque sabemos que los temporales como este pueden repetirse”, señaló.
Juan Carlos destacó que, desde el lunes, su equipo trabaja a full para atender la alta demanda. “Estamos trabajando hasta las 8 de la noche, pero no alcanza. Cada vez que terminamos un trabajo, ya hay tres llamados más esperando”, contó. El vidriero hizo un llamado a la comunidad a tener paciencia, ya que todos los profesionales del rubro están en la misma situación.
“Es difícil, porque la gente necesita soluciones urgentes, especialmente con las lluvias que siguen cayendo. Pero les pedimos que nos den tiempo, estamos haciendo lo posible”, expresó.