Isabel Trujillo, fundadora de la Biblioteca Popular El Principito e impulsora de la Plaza Tambor de Tacuarí, falleció a los 84 años en Mar del Plata, ciudad donde residía desde hace varios meses. En su memoria, se realizará un acto este viernes a las 20 horas en la sede de la biblioteca, ubicada en Santa Cruz 1839 en nuestra ciudad.
Trujillo dedicó su vida al trabajo social y educativo, especialmente en el Barrio Noroeste. Su labor comenzó de manera informal, cuando los niños de la zona se reunían en el garaje de su casa, al que llamaban “El Nido”, para hacer sus tareas escolares. Con el tiempo, impulsó la creación de un jardín de infantes, facilitando la escolarización de niños de familias de bajos recursos. También gestionó la construcción de una plaza y la apertura de una biblioteca popular, que se convirtió en un centro clave para la comunidad.
Convencida de que la educación era el camino para el progreso, organizó clases de inglés, computación y guitarra, además de actividades deportivas como el fútbol. Su enfoque consistió en hacer que los niños fueran protagonistas de los proyectos comunitarios.
Su historia personal también estuvo marcada por la superación. Creció en una familia humilde y atravesó dificultades económicas, pero logró completar sus estudios gracias a becas y a su perseverancia. Se formó como maestra y llegó a ser inspectora educativa.
La Plaza Tambor de Tacuarí fue una de sus grandes gestas. Nació de la necesidad de los niños de contar con un espacio verde donde jugar. Con la ayuda de la comunidad, logró que la Municipalidad enviara los primeros árboles en 1989, dando inicio a un proyecto que transformó el barrio. La plaza enfrentó obstáculos, como la denuncia de vecinos que llevaron a la destrucción de los árboles plantados, pero Trujillo nunca abandonó la causa.
Enviudó, tuvo dos hijos: Daniel Esteban, radicado en Mar del Plata, y Rosamel Luján que siempre la acompañó en sus actividades comunitarias.
El legado de Isabel Trujillo queda plasmado en cada rincón del barrio que ayudó a construir y en cada persona que se benefició con su incansable trabajo. Su historia es un testimonio de lucha, entrega y amor por la comunidad.
EL DÍA QUE DEJÓ LA BIBLIOTECA POR LA INSEGURIDAD (ARCHIVO 2014)
