Bahía

Crisis hídrica en Cerri: falta de agua, cañerías obsoletas y un sistema de bombeo precario

Compartir

La crisis hídrica en Cerri es un problema que arrastra años y que, lejos de solucionarse, se agrava con el tiempo. Patricia, vecina de la localidad, expone la dramática situación que enfrentan los habitantes: “Nosotros somos el último eslabón de la cadena y casi no hay presión de agua, llega nada“.

Según relata Patricia, se realizó una reunión con representantes del municipio, la empresa ABSA, la Universidad Nacional del Sur y concejales de distintos partidos. En aquel encuentro se presentaron planes para obras hídricas destinadas a mejorar el caudal de agua en Bahía Blanca, Chañares, Bordeu y Cerri. Sin embargo, el tiempo que demandan estas obras no se condice con la urgencia de los vecinos: “Todo tiene diferentes fases, pero para que nos llegue el beneficio primero tienen que completarse otras etapas“.

Uno de los principales problemas es la antigüedad de las cañerías centrales de la localidad, que tienen más de 50 años. A esto se suma la mezcla con agua caliente proveniente de los surgentes, lo que provoca constantes roturas y pérdidas. “Nos preguntamos por qué no hacen el recambio de los caños con materiales que soporten temperaturas. Al menos así se mejoraría la circulación del agua mientras esperamos las grandes obras”, reclama Patricia.

Otro aspecto preocupante es la precariedad del sistema de bombeo. La vecina describe la situación con indignación: “Me dio vergüenza ver que la casilla de la bomba es un tanque de plástico celeste de PVC, asegurado con una cadenita y un candado. Siglo XXI y tenemos esto“. Además, la bomba no puede funcionar de manera continua debido a la temperatura del agua, por lo que se apaga periódicamente, dejando a toda la localidad sin suministro.

El llamado “plan de contingencia” tampoco resulta una solución efectiva. Consiste en la distribución de agua a través de camiones cisterna, pero los vecinos deben solicitarla por WhatsApp y esperar en sus casas hasta que llegue el servicio. “Si trabajás, tenés que coordinar para estar en casa. La persona que trae el agua no tiene la culpa, pero es ineficiente“. En días de altas temperaturas, la demanda es tan alta que no se da abasto.

La falta de presión también afecta tareas cotidianas: “No podemos usar el lavarropas porque sin presión no funciona. Lavamos a mano cuando conseguimos agua más fría, porque si usamos la caliente se arruina la ropa”. Incluso la higiene personal es un desafío: “Hay madres que tienen que lavar la cara de sus hijos con una jarra, porque no hay suficiente agua en las canillas“.

A pesar de la deficiencia del servicio, los vecinos deben pagar por el agua. “Aunque no la recibas, si el caño pasa por tu casa, tenés que pagar igual. Es una locura. Es lo que nos toca”, dicen algunos resignados. Pero Patricia y otros vecinos siguen reclamando una solución urgente: “Esto no debería ser normal. No nos pueden seguir dejando sin agua“.

Esta entrada ha sido publicada el 30 de enero, 2025 12:50

Deja un Comentario
Etiquetas: ABSAaguacerri