Franco, vecino de Sixto Laspiur al 1000, fue víctima del robo de su moto en la noche del miércoles. Según su relato, el hecho ocurrió alrededor de las 21:25, cuando estacionó su vehículo en la vereda de un mayorista, confiando en la presencia de cámaras de seguridad.
Minutos después, tras ingresar a su domicilio para ducharse y cambiarse, salió nuevamente con la intención de guardarla en un lugar más seguro. Sin embargo, al asomarse a la calle cerca de las 22:05, la moto ya no estaba.
La sorpresa inicial se transformó en bronca cuando revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad. “Cuando ves las imágenes, te das cuenta de que en solo 10 segundos te robaron la moto”, comentó. Franco expresó su malestar no solo por el robo en sí, sino por haber dejado el vehículo sin ninguna medida de seguridad adicional: “Me molesta conmigo mismo por habérselas dejado tan fácil. No tenía candado, ni trabadisco, ni la había subido a la vereda. Me confié demasiado”.
Según su testimonio, el robo de motos en la ciudad es una problemática en aumento, aunque aún no alcanza la magnitud de lo que ocurre en otras localidades del conurbano bonaerense. “Sé que están robando dos o tres motos por día, pero uno siempre piensa ‘voy y vengo en dos minutos’ y no le va a pasar”, reflexionó.
Franco detalló la mecánica del robo, explicando que los delincuentes utilizaron una herramienta similar a un destornillador plano que, al ser introducida en el tambor de encendido y forcejeada, rompe la traba de seguridad y permite poner la moto en marcha en segundos. “Evidentemente, era gente con experiencia. No creo que haya sido la primera moto que se robaron”, agregó.
Tras el robo, realizó la denuncia correspondiente y agradeció la difusión que se le dio al caso en redes sociales. Su moto, una 200 cc de color naranja y negro, es un modelo poco común en la ciudad, lo que podría facilitar su identificación. “Ojalá pueda recuperarla y en el mejor estado posible”, concluyó.
Esta entrada ha sido publicada el 29 de enero, 2025 11:35
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