La falta de agua sigue siendo un problema crítico en el Barrio 9 de Noviembre. Según Mara y Victoria, vecinas afectadas, el suministro es escaso y llega con muy poca presión, lo que obliga a los vecinos del sector a recurrir a métodos improvisados para cubrir sus necesidades básicas.
“El agua no sube a la pileta de la cocina ni para lavar los platos. Tengo una canilla cerca del piso para juntar un poco, pero solo puedo hacerlo durante la noche, cuando hay menos consumo. Aun así, no alcanza para todo el día“, relató Mara, quien se ve obligada a llenar bidones hasta las 2 o 3 de la madrugada. “Si no, tengo que ir a la casa de enfrente a buscar agua porque el caño principal no llega bien”.
El problema no es nuevo. Según los vecinos, la situación empeoró después de las conexiones realizadas por la empresa ABSA y se repite todos los veranos. “Cuando llega agua, muchas veces es turbia y no apta para el consumo. No sabemos si podemos tomarla o si simplemente se va a cortar de nuevo”, explicó Mara.
Victoria compartió una situación similar: “Tenemos que llenar el calefón en la madrugada para poder bañarnos, pero a media tarde ya no hay agua otra vez. Muchas veces tenemos que priorizar entre cocinar o bañarnos porque no alcanza para todo“.
El problema afecta a toda la manzana y, aunque los vecinos se han quejado reiteradamente, las soluciones han sido temporales. “ABSA no ha venido a abastecernos en los últimos días. La última vez que los vi fue durante un temporal, pero no hicieron mucho”, lamentó Victoria.
La vida diaria en el barrio se vuelve complicada: “Si no llenás botellas a la noche, no tenés agua para cocinar. Y muchas veces hay que ir a otros barrios a buscarla porque acá nadie tiene suficiente para compartir”, agregó.
Los vecinos piden una solución definitiva para un problema que no solo afecta su calidad de vida, sino también su salud y bienestar. “No podemos seguir viviendo así, sin agua para lo básico“, concluyó Mara.
Esta entrada ha sido publicada el 21 de enero, 2025 12:23
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