La falta de agua sigue siendo un problema crítico para los vecinos de Costa Blanca, quienes enfrentan la escasez y baja presión del suministro durante todo el año, especialmente en verano. Juan Pradena, residente del barrio, comparte su experiencia y manifiesta su frustración ante la ineficiencia de las soluciones brindadas por las autoridades y la empresa ABSA.
“Siempre estamos reclamando porque acá no hay mucha agua. En verano directamente no hay nada, y a veces pasamos hasta dos días sin suministro”, explica Pradena. A pesar de los anuncios realizados por ABSA para mejorar la calidad del servicio, los vecinos no han visto cambios significativos. “Esas promesas generan algo de esperanza, pero hasta ahora no hay respuestas. Parece que solo vienen a hacer apariencia”, añade.
Ante la crisis, los residentes han tenido que buscar formas alternativas de abastecerse. En el caso de Juan, cuenta con un tanque que le permite almacenar algo de agua, aunque no siempre es suficiente. “No quiero usarlo mucho porque con el viento se puede volar el tanque, y los vecinos dependen de él también. Vienen a sacar agua, pero como no hay presión, muchas veces nos quedamos sin nada”, detalla.
Los camiones cisterna enviados por las autoridades tampoco logran cubrir la demanda. Según Pradena, llegan una vez por semana, lo que resulta insuficiente para las más de 300 familias que habitan el barrio. “Estamos a la expectativa de que salga un poco de agua para llenar aunque sea bidones. Muchas veces tengo que ir a otras calles a buscar agua, porque acá solo sale un chorrito”, relata.
La situación se agrava en los días de calor, cuando el acceso al agua se convierte en una necesidad vital. Los vecinos exigen una respuesta inmediata de las autoridades y de ABSA para garantizar un suministro constante y digno.
