Con emoción y alivio, Natalia Zanon, madre de una alumna del centro educativo, compartió la satisfacción de toda la comunidad tras la confirmación del traslado a un nuevo edificio en la calle Perú. Luego de meses de esfuerzo y gestión, los padres, docentes y alumnos finalmente celebran la conquista de un espacio adecuado para las necesidades de la institución.
“Lo tomamos con mucha felicidad, estamos muy contentos y agradecidos. El señor intendente siempre nos recibió y estuvo predispuesto. Nunca hubo un ‘pero’, siempre encontramos respuestas rápidas”, expresó Zanon, destacando el apoyo recibido durante el proceso.
La incertidumbre que había marcado el último año llegó a su fin cuando el pasado viernes, tras una reunión clave, recibieron la noticia esperada: el nuevo edificio estaba garantizado. “Creíamos que nos iban a dar una mala noticia, pero el intendente nos dijo que no teníamos de qué angustiarnos porque ya teníamos un lugar”, recordó con alegría.
El antiguo edificio, ubicado en calle Arrayán, había quedado pequeño y poco funcional. Según Natalia, las condiciones eran difíciles tanto para los alumnos como para los docentes, quienes trabajaban con incomodidades constantes, especialmente considerando que muchos estudiantes pasan jornadas completas en el lugar, incluyendo el uso del comedor. “Era muy chiquito. El espacio no alcanzaba para las actividades ni para los talleres”, explicó.
El centro educativo ofrece una variedad de talleres como peluquería, hotelería y servicio, herrería y carpintería, entre otros, donde los estudiantes trabajan con maquinaria específica que requería un espacio adecuado. “Ahora, con el nuevo edificio, tendrán mucho más lugar para trabajar cómodamente y desarrollar sus actividades en las mejores condiciones”, celebró Zanon.
El proceso no fue sencillo. “Desde el grupo de padres, nos movimos por nuestra cuenta para buscar respuestas. Fueron meses de angustia, pero logramos fortalecernos y mantener la esperanza. Al final, fue la unión y la voluntad de escuchar y buscar soluciones lo que nos permitió conseguirlo”, reflexionó.
A pocas semanas del inicio de clases, el nuevo edificio ya está siendo refaccionado y listo para recibir a los estudiantes. Con la mudanza completada, la comunidad educativa espera con ansias el 5 de marzo para inaugurar esta nueva etapa. “La emoción es enorme. Sabemos que van a estar cómodos y que podrán aprovechar al máximo este espacio. Estamos orgullosos de lo que logramos juntos”, concluyó Natalia.