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Incrementa la oferta inmobiliaria en Bahía Blanca: un alivio para inquilinos y propietarios

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El panorama del mercado inmobiliario en Bahía Blanca ha cambiado significativamente en el último año, con un aumento en la oferta de propiedades para alquiler. Javier Piñeiro, representante de la Cámara Inmobiliaria local, detalla que este incremento responde a varios factores, incluido el contexto económico actual y el regreso de propiedades al mercado.

Hoy hay una buena cantidad de oferta, algo que no veíamos hace un año. Esto se acelera especialmente en esta época, con la llegada de estudiantes universitarios que buscan alojamiento para febrero“, explicó Piñeiro. Según el especialista, el contexto económico y las reformas legales han permitido que muchos propietarios vuelvan a ofrecer sus inmuebles en alquiler, dejando atrás la incertidumbre que caracterizó los meses pasados.

El precio promedio de un departamento de un dormitorio en zonas como el centro, el macrocentro y el barrio universitario ronda actualmente los 350.000 pesos. Este valor es significativamente menor al que resultaría de ajustar los alquileres del año pasado con índices inflacionarios, lo que evidencia una estabilización favorable para los inquilinos. “Hoy un propietario no puede pedir cualquier cifra porque compite con decenas de propiedades similares”, señaló Piñeiro.

El aumento en la oferta ha generado una dinámica de mercado más equilibrada. Propiedades menos modernas, sin amenities o acabados de última generación, deben mantenerse por debajo de los 300.000 pesos para resultar competitivas. Mientras tanto, las opciones más modernas y mejor equipadas se ubican en el rango superior.

El segmento de casas destinadas a familias mantiene características distintas. La oferta es más limitada, ya que suelen ser remanentes de propiedades familiares que no tienen un uso inmediato. En promedio, los alquileres de casas rondan los 600.000 pesos, aunque en zonas alejadas del macrocentro se encuentran valores menores. A pesar de esto, la demanda y oferta se mantienen equilibradas.

Por otro lado, las preferencias de los jóvenes han cambiado notablemente desde la pandemia, aumentando la búsqueda de viviendas con mayor espacio y alejadas del centro. Esta tendencia ha generado que las propiedades bien ubicadas desaparezcan del mercado con rapidez.

En cuanto al mercado de compraventa, Piñeiro indica que también muestra signos de reactivación. “Los inmuebles usados están muy por debajo del costo de construcción, lo que resulta atractivo para los compradores, especialmente aquellos que buscan invertir en un bien seguro frente a la inestabilidad económica“, afirmó.

Propiedades como departamentos nuevos o de menos de 20 años oscilan entre los 80 y 90 millones de pesos, mientras que casas familiares bien ubicadas pueden superar los 100 millones. Según Piñeiro, muchos compradores están tomando decisiones ahora para evitar futuros incrementos de precios, especialmente ante la posibilidad de que las tasas de interés sigan ajustándose.

La relación entre inquilinos y propietarios debe ser de mutua necesidad y respeto. Hoy, afortunadamente, no vemos abusos ni desmadres, lo que habla de un comportamiento maduro en el mercado“, concluyó.

Esta entrada ha sido publicada el 9 de enero, 2025 14:30

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