El golpe de calor es un fenómeno que puede parecer súbito, pero es el resultado de un proceso acumulativo, explica el Dr. Marcelo García Diéguez, médico clínico. Este fenómeno, conocido también como estrés térmico, se produce cuando el cuerpo no puede eliminar el calor que genera, alcanzando temperaturas internas peligrosas que pueden superar los 40°C.
¿Qué es el golpe de calor?
Nuestro cuerpo funciona como una máquina que constantemente produce calor para mantener su temperatura entre los 36°C y 37°C. Sin embargo, cuando la temperatura ambiente se aproxima o supera esa cifra, el cuerpo encuentra dificultades para disipar el calor. “Si además realizamos actividad física, aumentamos la producción de calor en un ambiente que ya no permite eliminarlo“, advierte el doctor.
Síntomas principales
Entre los signos que indican un posible golpe de calor se incluyen:
- Dolor de cabeza.
- Sensación de cansancio extremo o somnolencia.
- Calambres musculares.
- Pérdida de energía o decaimiento.
- Aumento de la temperatura corporal.
En casos graves, el cuerpo puede entrar en hipertermia, una condición donde la temperatura supera los 40°C, causando desorientación, deshidratación severa e incluso complicaciones mayores.
Cómo prevenir el golpe de calor
El Dr. García Diéguez subraya que la clave es facilitar el intercambio de calor con el ambiente. Para ello, recomienda:
- Evitar actividad física en horarios de altas temperaturas.
- Usar ropa liviana y holgada que permita la ventilación.
- Hidratarse constantemente para evitar la deshidratación que genera la transpiración.
- Buscar lugares frescos, preferentemente con corriente de aire, ya que esta es la forma más efectiva de eliminar el calor acumulado.
- Tomar agua fresca frecuentemente, aunque esta medida previene la deshidratación, no directamente el golpe de calor.
Medidas rápidas en caso de golpe de calor
Si alguien presenta síntomas, el primer paso es bajar su temperatura corporal. Esto puede lograrse con:
- Colocarlo en un ambiente fresco y ventilado.
- Usar un ventilador o corriente de aire natural.
- Darse una ducha con agua fría, especialmente en el caso de niños.
Cuidados especiales para poblaciones vulnerables
Los niños menores de 5 años, y particularmente los menores de 1 año, son más vulnerables al golpe de calor. Es esencial hidratarlos frecuentemente y asegurarse de que permanezcan en lugares frescos. Por otro lado, las personas que deben trabajar al sol deberían hacer pausas frecuentes en zonas con sombra, mantenerse hidratadas y usar ropa adecuada.
Curiosamente, algunos hábitos culturales como consumir mate caliente en días de extremo calor tienen un impacto menor en la temperatura corporal. Sin embargo, el médico subraya que el mayor riesgo proviene del ejercicio físico o el trabajo bajo el sol sin precauciones adecuadas.
El golpe de calor es prevenible si tomamos conciencia de cómo funciona nuestro cuerpo y adaptamos nuestras actividades al clima. Como concluye el Dr. García Diéguez: “La prioridad siempre debe ser mantener el cuerpo fresco y facilitar el intercambio de calor con el ambiente”.
