La búsqueda del bahiense Franco, desaparecido en Punta del Este, continúa siendo un desafío para Prefectura de Maldonado debido a las adversas condiciones climáticas y la naturaleza del lugar. Según Sebastián Sorribas, responsable de la operación, la combinación de fuertes vientos y olas ha imposibilitado el uso de medios marítimos, obligando a reestructurar las estrategias de rastreo.
“Hoy no pudimos sacar las lanchas previstas debido a que estas condiciones impiden la observación en el mar. Aunque técnicamente pueden navegar, la utilidad se pierde si no se puede observar”, explicó Sorribas. Como alternativa, se intensificaron los patrullajes terrestres, con apoyo de motos de agua en puntos específicos y sobrevuelo de un helicóptero en dos momentos del día.
La desaparición ocurrió en una de las áreas más complejas de la costa: una ensenada de piedra con fuertes corrientes y rompientes permanentes, conocida por su peligrosidad. “Es un sector donde el mar calmo es excepcional y jamás apto para bañistas, incluso en las mejores condiciones”, señaló Sorribas.
El lugar presenta profundidades variables, con zonas que alcanzan hasta cinco metros en pocos metros de distancia. Además, cuenta con túneles submarinos y un naufragio, lo que complica aún más las operaciones de buceo. A pesar de tener un equipo de buzos preparados, las condiciones climáticas han impedido descender a áreas críticas como la caldera del barco Santa María Luján, un lugar clave en el operativo.
El trabajo de búsqueda comenzó con intensas jornadas de hasta 14 horas, movilizando a cerca de 40 efectivos por turno. Aunque se mantiene la esperanza de encontrar a Franco, las probabilidades de hallarlo con vida disminuyen a medida que avanzan los días. “Buscamos a una persona desaparecida. No podemos confirmar su estado hasta encontrarlo, pero después de las primeras 48 horas, los protocolos y estrategias cambian”, agregó Sorribas.
El prefecto también destacó el riesgo asumido por los rescatistas en la primera jornada. “Personal destinado a seguridad en la zona portuaria y boliches se lanzó al mar con equipos inapropiados, en un acto desesperado por intentar salvar vidas”, relató.
El operativo continuará todo el tiempo posible, condicionado por la disponibilidad de recursos en la temporada alta de verano en Punta del Este. “Estamos comprometidos a mantener los medios necesarios siempre que las emergencias lo permitan. Es nuestra prioridad brindar respuestas rápidas y efectivas por respeto a la familia de Franco y a la comunidad”, concluyó Sorribas.
