La Suprema Corte de Justicia bonaerense dejó firme la condena a 12 años de prisión contra Galo Jorge Luis Ochoa, quien fue hallado culpable del homicidio de Matías Streitenberger, un joven de 18 años que murió atropellado en el barrio Patagonia el 1 de enero de 2018.
El tribunal rechazó un recurso extraordinario presentado por la defensa de Ochoa, ratificando así el fallo emitido en 2019 por el Tribunal en lo Criminal N° 3 y confirmado por el Tribunal de Casación Penal. Ochoa fue condenado por homicidio simple con dolo eventual, una de las penas más altas en la provincia por un caso de siniestro vial. La causa sentó precedentes al considerar la conducta del automovilista como dolosa y no accidental, al conducir en condiciones que no lo habilitaban para manejar.
Marcela Morini, madre de Matías, expresó que esta resolución aporta algo de tranquilidad, pero señaló el dolor irreparable que persiste. “El fallo llega en una fecha muy difícil para nosotros. Mientras otros celebran el fin de año, nosotros revivimos el peor momento de nuestras vidas”, comentó a Canal Siete. “Aunque 12 años no representan justicia real para la vida de mi hijo, lucharemos para que Ochoa cumpla la condena completa“, agregó.
Morini también resaltó la negligencia en las condiciones del lugar donde ocurrió el hecho. “Después de la muerte de Matías, pintaron una senda peatonal que antes no existía. Decían que el cruce habilitado estaba a kilómetros de distancia. Esto también es responsabilidad de las autoridades que no controlaron estas cuestiones básicas”, subrayó.
En sus declaraciones, la madre del joven apuntó al carácter reincidente de este tipo de conductas y abogó por un cambio en las leyes de tránsito. “El auto en manos de alguien irresponsable es un arma. Las leyes deben endurecerse para evitar que otros vivan este calvario“, afirmó. También lamentó la falta de arrepentimiento de Ochoa durante el proceso judicial. “Ojalá estos años en prisión sirvan para que reflexiones y no vuelva a destruir otra vida”, concluyó.
Para la familia Morini, la lucha no solo es por justicia, sino también por la memoria de Matías y la esperanza de que su caso marque un antes y un después en la seguridad vial de la provincia.
