En el tercer trimestre del año, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó una baja en la tasa de desempleo en Bahía Blanca respecto al trimestre anterior. Sin embargo, esta aparente mejora esconde una realidad menos alentadora: simultáneamente, también disminuyó la tasa de empleo.
Según Gustavo Burachik, esta contradicción se explica porque, aunque hay menos personas registradas como desempleadas, no es porque hayan conseguido trabajo, sino porque dejaron de buscarlo. En términos estadísticos, estas personas pasan de ser consideradas desempleadas a inactivas, es decir, salen de la fuerza laboral activa.
“La baja en la tasa de desocupación no es una buena noticia. Refleja un panorama laboral desalentador, donde algunos pierden la esperanza y abandonan la búsqueda activa de empleo, aunque sigan necesitando trabajar”, explicó Burachik.
El experto señaló que esta situación no se traduce en un aumento de oportunidades laborales. Por el contrario, los indicadores económicos muestran una falta de crecimiento en sectores que generen empleos en cantidad y calidad. Actualmente, las únicas áreas donde hay cierta demanda de empleo son las relacionadas con la energía, la minería y el sector primario. Sin embargo, estos son nichos puntuales que no pueden resolver el problema estructural del desempleo en la ciudad ni a nivel nacional.
Burachik destacó que un cambio positivo solo se dará si se produce un crecimiento económico que incentive a las empresas a contratar personal con condiciones laborales y salariales prometedoras. “Eso es lo que no se ve en los indicadores actuales”, concluyó.