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El ojo seco: una enfermedad multifactorial en aumento

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El ojo seco es una condición ocular multifactorial que afecta cada vez a más personas debido a factores ambientales, estilo de vida y condiciones de salud, explica la especialista en oftalmología Rebeca Pincheira. Esta enfermedad, más frecuente en mujeres y que aumenta con la edad, tiene un impacto directo en la calidad de vida de quienes la padecen, generando molestias como sensación de arenilla, ardor, picazón, e incluso visión borrosa.

Causas principales

El ojo seco puede dividirse en dos grandes categorías según su origen:

  1. Deficiencia en la secreción acuosa:
    • Una de las principales causas es el síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas encargadas de producir lágrimas.
    • Medicamentos como antihistamínicos, betabloqueantes, diuréticos y fármacos psicotrópicos también pueden reducir la secreción lagrimal.
  2. Causas evaporativas:
    • La disfunción de las glándulas de Meibomio, que producen la capa lipídica de la lágrima, es una de las principales causas. Esta capa evita que la lágrima se evapore rápidamente.
    • Factores como el uso excesivo de pantallas digitales, el aire acondicionado y ambientes de baja humedad aumentan esta evaporación.
    • El uso prolongado de lentes de contacto y el déficit de vitamina A también contribuyen.

El impacto del entorno y la tecnología

El uso de dispositivos electrónicos ha incrementado notablemente los casos de ojo seco en todas las edades. “Al concentrarnos en la pantalla, parpadeamos menos, lo que favorece la evaporación de la lágrima”, señala Pincheira.

Además, factores como la exposición a aires acondicionados y ventiladores deshidratan el ambiente, intensificando los síntomas.

Aunque las lágrimas artificiales brindan alivio inmediato, no solucionan el problema de fondo. “El tratamiento debe enfocarse en la causa“, subraya la especialista.

Algunos pasos clave incluyen:

  • Higiene del borde del párpado: Ayuda a combatir la blefaritis, una inflamación común que afecta las glándulas de Meibomio.
  • Masajes y calor: Favorecen el drenaje y la función normal de las glándulas.
  • Medicación: Desde antibióticos para combatir infecciones hasta fármacos que estimulan la producción lagrimal, según la causa.

Pincheira destaca que tratar únicamente los síntomas puede agravar la enfermedad. Por ello, insiste en la importancia de acudir al oftalmólogo antes de optar por lágrimas artificiales, ya que estas deben ser específicas para cada tipo de ojo seco.

La especialista recalca la importancia de un diagnóstico adecuado y el uso moderado de dispositivos electrónicos. “Parpadear con frecuencia, mantener una buena higiene ocular y evitar ambientes secos son medidas que pueden marcar la diferencia en la salud ocular“, concluye.

Esta entrada ha sido publicada el 18 de diciembre, 2024 15:41

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