El ojo seco es una condición ocular multifactorial que afecta cada vez a más personas debido a factores ambientales, estilo de vida y condiciones de salud, explica la especialista en oftalmología Rebeca Pincheira. Esta enfermedad, más frecuente en mujeres y que aumenta con la edad, tiene un impacto directo en la calidad de vida de quienes la padecen, generando molestias como sensación de arenilla, ardor, picazón, e incluso visión borrosa.
El ojo seco puede dividirse en dos grandes categorías según su origen:
El uso de dispositivos electrónicos ha incrementado notablemente los casos de ojo seco en todas las edades. “Al concentrarnos en la pantalla, parpadeamos menos, lo que favorece la evaporación de la lágrima”, señala Pincheira.
Además, factores como la exposición a aires acondicionados y ventiladores deshidratan el ambiente, intensificando los síntomas.
Aunque las lágrimas artificiales brindan alivio inmediato, no solucionan el problema de fondo. “El tratamiento debe enfocarse en la causa“, subraya la especialista.
Algunos pasos clave incluyen:
Pincheira destaca que tratar únicamente los síntomas puede agravar la enfermedad. Por ello, insiste en la importancia de acudir al oftalmólogo antes de optar por lágrimas artificiales, ya que estas deben ser específicas para cada tipo de ojo seco.
La especialista recalca la importancia de un diagnóstico adecuado y el uso moderado de dispositivos electrónicos. “Parpadear con frecuencia, mantener una buena higiene ocular y evitar ambientes secos son medidas que pueden marcar la diferencia en la salud ocular“, concluye.
Esta entrada ha sido publicada el 18 de diciembre, 2024 15:41
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