El barrio Tierras Argentinas aún no logra recuperarse del devastador temporal que golpeó la zona el pasado 16 de diciembre del año pasado. Las consecuencias son visibles: techos volados, viviendas destruidas y una situación que, para los vecinos, empeora con el paso del tiempo.
Anabella Aburto, referente del Centro Comunitario “Tierra de Don Bosco”, fue una de las damnificadas. “Tuve la desgracia de estar adentro de mi casa cuando el techo se voló. Fue un momento angustiante y traumático”, relató. Entre lágrimas y el shock que aún perdura, Aburto recordó cómo su hijo estuvo a minutos de una tragedia: “Se cayó la carga de la pieza de los chicos y si no lo hubiese sacado a tiempo, hoy no lo contaría”.
La solidaridad fue clave para sobrellevar las primeras semanas. Desde la Iglesia Santa Lucía, que también sufrió daños, llegó la donación de materiales para reparar techos. Más tarde, la asistencia municipal entregó recursos básicos —tres chapas, tres tirantes y clavos por familia—, pero para Aburto y sus vecinos, esto no alcanza: “No es una solución. En Bahía Blanca tenemos las cuatro estaciones en un día y las casas de madera no son habitables”, explicó.
A casi un año del temporal, la situación del barrio no ha mejorado. Según Aburto, la asistencia es escasa y la delegación municipal no responde a las demandas: “Estamos peor, no hay diálogo ni presencia de funcionarios. Las calles son intransitables y las plazas, el único espacio para los chicos, están en total decadencia”.
El Centro Comunitario Tierra de Don Bosco sigue funcionando con dificultades. Tras la tragedia, Aburto y otras integrantes organizaron viandas y entregaron donaciones a distintos comedores. Sin embargo, las ayudas son insuficientes y, en muchos casos, llegan tarde o mal distribuidas.
Por último, la referente social destacó la desigualdad que atraviesa el barrio en comparación con otras zonas de Bahía Blanca: “Acá seleccionan a quién ayudar. Hay vecinos que volvieron a empezar de cero, sin recursos, sin asistencia. Es tremendo lo que estamos viviendo”.
Hoy, Tierras Argentinas es un barrio que resiste. Entre casas deterioradas y esfuerzos comunitarios, sus habitantes exigen soluciones estructurales, principalmente la reconstrucción de las viviendas más dañadas. La prioridad, según Aburto, es clara: “Las familias no pueden seguir viviendo así. Necesitamos respuestas ya”.
Esta entrada ha sido publicada el 16 de diciembre, 2024 13:22
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