En la última madrugada, el Jardín 924 fue víctima de un robo que dejó al establecimiento sin valiosos recursos tecnológicos y financieros. La directora del jardín detalló lo ocurrido y expresó la preocupación de toda la comunidad educativa.
El hecho fue descubierto este lunes por la mañana, cuando una auxiliar y una docente ingresaron al edificio antes de las 7. Al notar sobres y papeles tirados en la entrada, revisaron la dirección y encontraron cajones revueltos y desorden general. Inmediatamente dieron aviso a la directora y llamaron al 911.
Entre los objetos sustraídos se encuentran 15 tablets del programa Conectar Igualdad, una notebook destinada a tareas administrativas enviada por el Ministerio de Educación, y una suma significativa de dinero recaudado por la cooperadora, que estaba destinada a depositarse en el banco.
La directora destacó el impacto negativo de este robo en el desarrollo educativo de los niños: “El material tecnológico es fundamental para que los chicos accedan a aprendizajes digitales, realicen actividades educativas y artísticas, y se familiaricen con el uso productivo de la tecnología.” Además, lamentó que el jardín no pueda reponer fácilmente estos recursos, ya que dependen del esfuerzo de la cooperadora y actividades como rifas y ventas.
En cuanto a cómo ingresaron los ladrones, no se encontraron cerraduras forzadas, pero se sospecha que entraron por una ventana corrediza en el patio trasero que carecía de traba y cuya protección metálica había sido removida. La policía científica confirmó la ausencia de huellas, posiblemente debido a la lluvia del domingo. Se cree que los responsables actuaron de noche y tenían experiencia, ya que utilizaron guantes para evitar dejar rastros.
A pesar del desazón, el equipo docente decidió continuar con normalidad: “Los niños no saben lo que pasó. Ordenamos todo para recibirlos con la mejor sonrisa. Lo más importante es su bienestar.” La cooperadora ya está organizando nuevas actividades para recaudar fondos y reforzar la seguridad del jardín.
El caso generó indignación en la comunidad educativa, especialmente porque muchos sospechan que quienes perpetraron el robo podrían tener hijos en escuelas públicas, perjudicando así a sus propias familias. “Es como quitarle oportunidades a sus propios hijos,” concluyó la directora.