El tratamiento de las cataratas: qué opciones hay y cuáles son sus efectos

La catarata es una condición oftalmológica que afecta el cristalino, una estructura transparente del ojo ubicada detrás del iris, que actúa como una lente natural. Según el Dr. Gustavo Erburu, especialista en oftalmología, esta enfermedad consiste en la opacidad progresiva de esa lente, lo que conlleva a una visión borrosa que no mejora con el uso de anteojos. Aunque suele presentarse en personas mayores de 50 o 60 años, también puede manifestarse en otros contextos, como la catarata congénita, que aparece desde el nacimiento.

El Dr. Erburu explica que, si bien existe un componente hereditario, no es el único responsable. Entre los factores predisponentes destacan la exposición prolongada al sol, el envejecimiento natural, traumatismos, ciertas medicaciones y enfermedades. “Todo aquello que acelera el envejecimiento, como el sol, aumenta el riesgo de catarata”, señaló.

Los pacientes suelen consultar al oftalmólogo al experimentar síntomas como visión borrosa persistente, encandilamiento, molestia con la luz o una disminución en la intensidad y nitidez de los colores. En el consultorio, esta afección puede detectarse fácilmente mediante aparatos especializados, incluso en etapas tempranas, antes de que el paciente note molestias significativas.

Hoy en día, el único tratamiento efectivo para la catarata es quirúrgico. Durante el procedimiento, que dura entre 15 y 20 minutos, se retira el cristalino opacificado y se reemplaza con una lente intraocular que dura toda la vida. La cirugía, conocida como facoemulsificación, utiliza ultrasonido para fragmentar y aspirar el cristalino afectado. Se realiza con anestesia local, y la recuperación es rápida: “Al día siguiente, el paciente ya nota una mejora significativa en su visión“, asegura el Dr. Erburu.

Aunque la catarata puede ocasionar ceguera si no se trata, es una condición prevenible y reversible. Una vez que el cristalino es reemplazado, no hay posibilidad de que la catarata reaparezca. En casos donde ambos ojos están afectados, las cirugías se realizan por separado, con resultados muy positivos.