Nicolás Fontanillo, un trabajador que reparte su tiempo entre su empleo en un gimnasio y como entrenador de fútbol femenino, vivió un momento de impotencia el día de ayer cuando su única herramienta de transporte, una moto XR10 negra con detalles rojos, fue robada en cuestión de minutos. “El día de ayer estaba acá en el gimnasio, fui a cambiarme porque suelo dejar ropa acá para hacer más rápido el traslado de un trabajo a otro”, explicó.
La moto de Nicolás estaba estacionada cerca de su hogar, en la calle Paraguay al 200, cuando fue sustraída. “Entré a las 3:12 exactamente, porque tengo un mensaje de cuando apenas entré, y bajé a las 3:36; en esos 20 minutos, la moto no estaba”. Fontanillo bajó apresuradamente y se cruzó con una patrulla de la policía, a quienes alertó en el mismo lugar del robo. “Me dicen que justo habían recibido una denuncia de unos chicos que vieron cómo se llevaban la moto, cómo la forcejeaban. La policía me hizo el favor de llevarme hasta la comisaría, y ahí hice la denuncia”.
El gimnasio cuenta con cámaras de seguridad que registraron el robo, y Nicolás revisó las imágenes en busca de alguna pista. “Se ve cómo dos personas forcejean el volante de la moto, que estaba trabado; lo rompen, cortan los cables, y después la empujan hasta arrancarla. No se distinguen bien las caras, pero se nota que uno lleva gorra y ambos están vestidos de negro”, comentó Nicolás, añadiendo que otro conocido le informó que había visto a los ladrones girando por la zona de Mitre.
La moto tiene algunas características que podrían ayudar a identificarla: “Es una XR10 negra con detalles rojos y una marca particular en el tanque de nafta, que quedó cuando intenté quitarle una calcomanía. Pero es un modelo que se ve bastante acá, así que no es muy fácil de diferenciar”.
Para Nicolás, la pérdida significa mucho más que la falta de un vehículo: “Es mi móvil para ir a trabajar y volver todos los días. Por suerte el gimnasio está a tres cuadras, puedo caminar, pero después trabajo en Bella Vista como profe de fútbol, y necesito ir al club todos los días, además de los fines de semana, que a veces tenemos partidos en otras canchas de la ciudad”. Transportar su equipamiento y planillas para el equipo femenino era mucho más sencillo con la moto, y ahora, dice, deberá arreglarse con una bicicleta o pedir ayuda mientras encuentra otra solución.
Esta entrada ha sido publicada el 8 de noviembre, 2024 15:03
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