Trasplantes de córneas: qué son y para qué sirven

La córnea, una estructura crucial del ojo, se asemeja a un vidrio de reloj y es fundamental para una visión clara. Dr. Hernán Federico Long, especialista en oftalmología, explica que los trasplantes de córnea son necesarios en dos situaciones principales: cuando la córnea se deforma progresivamente, afectando mayormente a pacientes jóvenes, o cuando pierde transparencia, un problema común en personas mayores.

El trasplante de córnea generalmente se considera un último recurso, después de haber intentado otros tratamientos para corregir la visión. La deformación de la córnea, a menudo asociada a condiciones hereditarias como el queratocono, puede resultar en dificultades visuales significativas. En estos casos, los pacientes pueden depender de anteojos o lentes de contacto, pero muchas veces esto no es suficiente para lograr una visión óptima.

Existen diferentes tipos de trasplantes de córnea según las necesidades del paciente. Para aquellos con deformaciones en la parte anterior de la córnea, como el queratocono, se realiza un trasplante lamelar anterior. En contraste, los pacientes mayores, cuya córnea pierde transparencia en la capa posterior, se benefician de trasplantes endoteliales. En ocasiones, se necesita un trasplante completo, conocido como queratoplastia, cuando todas las capas de la córnea están afectadas.

Las córneas utilizadas en los trasplantes provienen de donaciones reguladas por el INCUCAI, que se encarga de mantener y distribuir el tejido corneal a hospitales y centros de salud. Una de las ventajas de los trasplantes de córnea es la menor tasa de rechazo, dado que la córnea no contiene vasos sanguíneos.

El impacto de un trasplante de córnea en la vida de una persona puede ser radical. Por ejemplo, un niño en edad escolar que no puede ver el pizarrón ni jugar con sus amigos debido a problemas visuales puede recuperar su calidad de vida tras un trasplante lamelar anterior. Esta intervención le permite volver a realizar actividades cotidianas y disfrutar de una vida normal.

Para los adultos mayores, la pérdida de transparencia de la córnea puede significar la ceguera. Si el resto del ojo está sano, un trasplante de córnea puede devolverles la visión, lo que representa un cambio significativo en su calidad de vida.