A primera hora de este viernes iniciaron la etapa final de la competencia con destino a Mar del Plata.
Este evento se inició en Capital Federal y el recorrido abarcó un trayecto de 3500 kilómetros entre las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Neuquén. Cabe recordar que esta competencia congrega a vehículos cuyos modelos formaron parte de los Grandes Premios organizados por el Club Argentino entre los años 1957 – 1975, de la categoría Turismo, y las clásicas cupecitas de Turismo Carretera, entre otros de gran valor histórico, conformando un museo itinerante.
Para ellos, más allá de la competencia, lo valioso es la camaradería con otros equipos de todas partes del país y también del extranjero. Participar en estos eventos, cuentan los pilotos, no solo permite vivir la adrenalina de la carrera, sino conocer la geografía argentina, aunque a veces se lamentan el no poder disfrutar del paisaje en medio de la adrenalina de la pista.
Fierreros de nacimiento, cuentan con nostalgia que su amor por el automovilismo viene desde la infancia. Para ellos, el turismo carretera fue un fenómeno cultural que marcaba a todos los argentinos, con la misma pasión con la que el fútbol enciende al país. Entre recuerdos de coches que pasaban a toda velocidad y radios a válvula que retransmitían las hazañas de los pilotos, su amor por estos autos clásicos sigue siendo tan potente como el rugir de un motor en carrera.
