Ángelica Lauquen, integrante de la Mesa del Agua, resaltó la crítica relación entre el acceso al agua y el bienestar de la comunidad. “Si no hay agua, no hay salud. Y si no hay salud, no hay desarrollo“, afirmó con contundencia, destacando cómo la vida cotidiana depende de este recurso vital. Para muchas personas, la falta de acceso al agua obliga a tomar medidas desesperadas, como conexiones clandestinas, pozos o cisternas y bombas, solo para poder vivir.
Lauquen también invitó a los vecinos de Bahía Blanca a participar en una reunión vía Zoom, donde podrán hacer preguntas y expresar sus inquietudes. Este encuentro busca dar visibilidad a la situación de aquellos barrios más afectados, como el caso de Harding Green, cuyos vecinos llevan más de 10 años solicitando una red de agua potable. Aunque cuentan con nomencladores en las calles, no tienen acceso al agua, lo que complica la vida de muchas familias, especialmente durante los veranos, cuando dependen de las cisternas provistas por la empresa estatal ABSA.
“Ellos la pasan muy mal todos los veranos”, comentó Lauquen, refiriéndose a los vecinos de Harding Green y otros barrios como Bordeu, Alto de Chañares y Cerri. Son sectores alejados de la ciudad que sufren cada verano ante la falta de infraestructura adecuada. La Mesa del Agua, en este contexto, continúa exigiendo la implementación de un plan de contingencia y la realización de obras, incluyendo el seguimiento de los avances en el Acueducto Brandsen.
A pesar de la insistencia, la Mesa del Agua aún no ha recibido detalles oficiales del plan de verano por parte de ABSA. Sin embargo, han solicitado medidas urgentes, como el incremento de camiones cisterna y la adecuación de los tanques de agua en función de la población creciente. Además, se pidió señalización en los tanques para que los vecinos sepan cuáles son aptos para su uso.
Esta entrada ha sido publicada el 18 de octubre, 2024 12:26
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