En un contexto económico marcado por la inestabilidad, los comercios de barrio han sido testigos directos de cómo los precios y los hábitos de compra de los consumidores han cambiado en el último año. Según Silvio, un almacenero con años de experiencia, las alzas en los precios se han moderado considerablemente en los últimos meses, aunque persisten en algunos productos. “Han subido muy poco, pero según el rubro y la estación. Hay un mínimo aumento, pero nada que ver con lo que veíamos antes“, señaló.
Si se compara con el panorama de un año atrás, los aumentos fueron mucho más drásticos, especialmente en productos de primera necesidad como los fideos y el arroz. Sin embargo, en la actualidad, los precios se han estabilizado. “Hace tres o cuatro meses que se frenaron las grandes subas. Parece que las marcas están todas cuidándose entre sí, porque los precios se mantienen bastante quietos“, agregó Silvio.
El comerciante también ha notado un cambio en la forma en que sus clientes compran. Aunque no observa un cambio significativo en los productos que eligen, sí se ha reducido la cantidad que adquieren. “El que antes llevaba un kilo, ahora lleva menos. Además, si antes venían una vez por semana, ahora lo hacen cada 15 o 20 días, generalmente al principio del mes, cuando cobran“, detalla.
Este cambio también ha impactado en la preferencia por las marcas. Mientras que antes los consumidores optaban por primeras marcas, ahora, en productos como agua mineral o gaseosas, se inclinan por opciones más económicas. “No es que cambien de marca por completo, pero sí compran menos cantidad“, aclara.
De cara al futuro, Silvio no es optimista sobre un repunte en las ventas. “De acá a fin de año, no va a haber mucho avance. Por lo menos, esperemos que los precios no sigan subiendo“, concluyó.
