A partir de este martes, diversas empresas petroleras aplicarán una baja en los precios de las naftas y el gasoil en todo el país, como consecuencia de la caída en los precios internacionales.
YPF:
Súper: $ 1150
Infinia: $ 1377
Diesel 500: $ 1155
Infinia Diesel: $ 1348
Shell:
Súper: $ 1194
V-Power Nafta: $ 1431
Shell Evolux Diesel: $ 1203
V-Power Diesel: $ 1404
Puma:
Súper: $ 1140
Max Premium: $ 1371
Puma Diesel: $ 1155
Ion Diesel: $ 1348
Por primera vez en cinco años, los precios de los combustibles en Argentina han experimentado una baja. Así lo confirmó Marcelo Alonso, representante de la Cámara de Estaciones de Servicio, quien calificó el hecho como “inédito”. “Nunca hemos tenido una baja del precio de los combustibles en los últimos cinco años”, afirmó Alonso, señalando que este descenso está directamente relacionado con la caída del precio del petróleo a nivel internacional.
Alonso explicó que desde diciembre del año pasado, los precios de los combustibles comenzaron a ajustarse para alinearse con el mercado internacional, lo que llevó a una actualización de los valores. “Hoy estamos en condiciones de que, si baja el petróleo, baje el precio, y si sube el petróleo, suba el precio, como sucede en todo el mundo”, expresó. Sin embargo, en Argentina, el impacto en los precios no es tan directo debido a la influencia de los subsidios y los impuestos.
A pesar de la baja en el precio del petróleo, Alonso subrayó que los consumidores no han visto una disminución tan significativa debido a la alta carga impositiva y los costos adicionales en la cadena de comercialización, como la refinación y el transporte. “Cada litro de combustible tiene un 50% de impuestos”, precisó, lo que pone a Argentina en una posición de precios más elevados en comparación con otros países.
En cuanto al consumo, Alonso destacó una notable retracción en los últimos meses. El consumo de combustibles cayó un 99% entre julio de 2023 y julio de 2024, y un 3% entre julio y agosto de 2024. Según el representante, este fenómeno se debe a las fuertes subas previas en los precios, sumadas al hecho de que “lo último que se recompone es el salario y el bolsillo de la gente”.
Sin embargo, Alonso considera esta baja de precios como un “aliciente” que podría incentivar el consumo en los próximos meses, especialmente con la llegada de un clima más favorable. “Esperamos que sirva para repuntar”, afirmó, señalando que los productos Premium han sido los más afectados por la caída en el consumo, mientras que los productos regulares han mantenido un comportamiento más estable.