Hugo Aguirre, vivió una insólita experiencia el pasado domingo a las 4 de la mañana, cuando fue atacado por una vizcacha de gran tamaño en su propio patio.
“Había sido robado hace tres días, me sacaron una rueda de moto. Después de eso, cerré todo y puse luces alrededor de la casa, parecía una calesita”, relató Aguirre, todavía conmocionado. A pesar de las precauciones, seguía intranquilo y aquella madrugada escuchó a sus perros ladrar de manera desesperada.
“Mi esposa me dijo que estaban robando otra vez. Cuando salí a revisar, un vizcachón mordió a uno de los perros más chicos. Le tiraron un piedrazo, pero el animal no se asustó”, recordó el hombre.
Con una linterna en mano, Aguirre salió a inspeccionar el terreno, pero nunca imaginó lo que le esperaba. “Yo iba alumbrando a la altura de la cintura, pensando que era una persona, pero en la oscuridad me saltó la vizcacha. Era un animal enorme, calculo que pesaba entre 5 y 7 kilos. Me mordió en el pie, justo donde tengo una vena por las várices, y me empezó a salir sangre como un chorro, a 40 o 50 centímetros”, describió.
Lo más impactante fue que la vizcacha no mostró signos de miedo: “El animal estaba a un metro y medio de mí, no se iba. Le calculo que si me acercaba, me volvía a atacar”, confesó Aguirre, quien quedó perplejo ante la extraña conducta del roedor.
Consultado por la presencia de este tipo de animales en la zona, Aguirre dijo que nadie de su entorno había visto algo similar. “Puede ser que el animal estuviera alzado y andaba solo buscando algo, no sé. Nunca habíamos escuchado de algo así”, concluyó.
Esta entrada ha sido publicada el 30 de septiembre, 2024 13:10
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