El Observatorio de los Derechos de las Personas con Discapacidad lanzó un nuevo circuito inclusivo en la Avenida Alem, con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre la falta de accesibilidad en la vía pública. Esta actividad buscó visibilizar los obstáculos que enfrentan las personas con discapacidad para ejercer su derecho a transitar libremente, disfrutar del ocio y la recreación, y acceder a servicios esenciales como la atención médica.

El evento no solo pretendió generar empatía, sino también destacar la responsabilidad de los frentistas y ciudadanos en denunciar las irregularidades que afectan la accesibilidad. Elena, una de las participantes, explicó que las barreras son múltiples, desde veredas en mal estado hasta comercios que carecen de rampas o baños adaptados. Incluso, se señaló la dificultad que presentan algunos bares, cuyas mesas no permiten el ingreso cómodo de personas en sillas de ruedas.

“El recorrido es una oportunidad excelente para dialogar con los comerciantes sobre la importancia de generar condiciones de accesibilidad adecuadas”, comentaron, enfatizando la necesidad de eliminar las barreras físicas en las calles y veredas de la ciudad. Según su testimonio, las condiciones actuales de las calles están gravemente deterioradas, con veredas rotas y obstáculos como raíces de árboles que complican aún más el tránsito de las personas con discapacidad.

El llamado de los organizadores se extiende a los frentistas, quienes pueden contribuir a mejorar la situación evitando dejar macetas, escaleras, y vehículos mal estacionados que dificultan el paso. “En los barrios, es común encontrar autos cruzados, canastos de basura mal ubicados y persianas que impiden el libre tránsito. Esto no solo afecta a las personas con discapacidad, sino también a toda la comunidad”, concluyeron.