En el mes de agosto, el salario promedio en Bahía Blanca registró un aumento del 3,8%, un incremento inferior al índice de precios local, que fue del 4,4%. Según Gonzalo Semilla, economista jefe del CREEBBA, esta diferencia refleja una tendencia preocupante que afecta el poder adquisitivo de los trabajadores de la región.
Analizando el período de enero a agosto, Semilla destacó que los salarios acumulan una suba del 106,7%. Si bien estos números muestran que los salarios han superado el 100%, tal como ocurrió con la inflación en meses anteriores, aún se encuentran 2,5 puntos porcentuales por debajo del ritmo inflacionario.
“Si miramos el acumulado, no está muy lejos a nivel nominal, pero sigue por debajo de la inflación“, señaló Semilla. Lo que más preocupa, sin embargo, es la evolución interanual. Desde agosto del año pasado a agosto de este año, la inflación interanual alcanzó el 225%, mientras que los salarios crecieron solo un 215%. Esta diferencia de 40 puntos porcentuales refleja el rezago de los sueldos en comparación con el aumento de los precios.
El impacto de esta disparidad se traduce directamente en el poder adquisitivo. Según Semilla, el salario real, que mide el poder de compra de los trabajadores, está en “terreno negativo” desde hace más de un año. “De agosto a agosto, hemos perdido más del 11% del salario real“, afirmó. Aunque en meses puntuales como febrero, junio y julio los salarios lograron superar la inflación, esta recuperación no ha sido suficiente para revertir la pérdida sostenida del poder adquisitivo.