Para la Iglesia argentina, en el día de hoy la Santa Sede dio a conocer la designación del nuevo obispo auxiliar de la arquidiócesis de Bahía Blanca, padre Pedro Ernesto Fournau, miembro del clero local.
El titular de la arquidiócesis bahiense y vicepresidente 2° de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Carlos Azpiroz Costa —quien en este momento se encuentra predicando un retiro fuera de su diócesis—, en declaraciones para ADN Celam expresó su inmensa alegría por recibir al padre Pedro como compañero de ruta y describió la tierra de misión que compartirá con el nuevo obispo:
“Quizás por ser las primeras impresiones [por esta designación], quizás por eso sean las más desprolijas, las más espontáneas y las más sinceras porque uno no está armado para responder semejante cosa frente al regalo que Dios y la Iglesia en la persona del Papa y de todos aquellos que son sus colaboradores que han contribuido para vivir el contar con un obispo auxiliar, después de varios meses sin tener uno. La arquidiócesis de Bahía Blanca es inmensa en kilómetros cuadrados y en distancias. Estamos realmente muy contentos.
”Pedro en este momento estaba asignado —desde el año 2020 y pedido por el propio arzobispo de Mercedes-Luján— como miembro del equipo formador Santo Cura de Ars de la arquidiócesis de Mercedes-Luján, que es un seminario diocesano, pero en el que se forman también seminaristas de otras diócesis como 9 de Julio y Bahía Blanca.
”Otro detalle significativo: él estudió magisterio antes de ingresar al seminario, fue maestro de escuela durante muchos años y eso le ha dado un conocimiento de la realidad, de las familias, de los chicos y muchachos, un corazón de pedagogo y educador que vale la pena subrayar. Un maestro a imagen de Jesús, único y verdadero maestro. Eso lo ha fogueado también apostólicamente.
”Ha estado como vicario en la parroquia de Carhué y después en una parroquia muy grande en Tres Arroyos y de ahí pasó a Pringles como párroco y luego fue destinado al seminario.
«Joven, de 47 años, pero muy lleno de experiencia pastoral e iniciativas, se está formando en la licenciatura en Moral, con inclinación de Moral Social, Doctrina Social de la Iglesia.
”Es una persona muy amable, profunda, con dotes de psicólogo en el sentido de penetración en el mundo de las personas, del conocimiento de las personas, y una afabilidad que lo llevará, gracias a Dios, a contactarse con todo tipo de gente del inmenso pueblo de Dios que camina por Bahía Blanca y alrededores.
”La arquidiócesis de Bahía Blanca tiene unos 84 mil kilómetros cuadrados, amplia realidad con ciudades de tamaño bastante importante y otras más pequeñas pero con una intensa vida comercial, social y, sobre todo, un mundo agrícola-ganadero, llamada ‘zona núcleo’ de la provincia de Buenos Aires. Y el corazón del paisaje que toca el corazón de la geografía humana es muy amplio y bello. Podríamos decir con Pedro que le ha tocado un lote hermoso pero que le encante su heredad como dice el Salmo 15. Tenemos un amplísimo litoral marítimo, geografía patagónica, pampa seca y pampa húmeda, y una comarca serrana muy bella también. Y, por supuesto, la propia ciudad de Bahía Blanca, con su amplio conurbano, con su puerto de gran intercambio comercial, con la expectativa que genera Vaca Muerta, con una activa vida cultural y prestigiosa oferta educativa con presencia de grandes universidades. Los grandes cinturones urbanos claman al cielo en cuanto se repite el esquema de otras ciudades que da cierta espalda a los barrios más carenciados, que no tienen los beneficios de los servicios como agua, gas, electricidad… zonas ocupadas, gente que va dejando el mundo rural y se va acercando a la ciudad a la espera de trabajo y no lo encuentra, una justicia demasiado esperada. Esta es la realidad de la gran ciudad que es la que tiene mayor cantidad de parroquias y que va creciendo notablemente con la angustia pastoral de que muchos nuevos barrios crecen a un ritmo de proporción geométrica y no nos da para poner nuevas capillas, nuevos servicios pastorales. Esas son las cosas que tenemos que enfrentar y asumir siempre con gratitud y pidiendo las luces del Espíritu Santo.
”Esto hace de la arquidiócesis de Bahía Blanca una geografía muy variopinta y una geografía humana muy variada también. Campo de pastoreo inmenso para un alma de pastor como la de Pedro.»
Esta entrada ha sido publicada el 12 de septiembre, 2024 17:03
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