Este miércoles se generó la polémica por la venta de terrenos en la localidad de General Cerri, vecinos que lo adquirieron en la zona aseguran que no han sido víctimas de ninguna estafa y que, pese a las presiones, no abandonarán el lugar.
“Nosotros compramos el terreno en febrero y no tuvimos problemas hasta hace unos dos meses, cuando empezaron a decir que nos habían estafado, que no podíamos construir porque era una reserva inundable“, comentó una vecina. La misma relató que un hombre, con actitud prepotente, les advirtió que si intentaban edificar, él mismo llegaría con una topadora para derribar lo que construyeran. Sin embargo, denuncian que nunca les han presentado pruebas documentales que respalden estas amenazas.
Según los vecinos, las visitas de la policía se han vuelto frecuentes, un fenómeno que asocian a las presiones que están recibiendo. “Cada vez que venimos por la ruta, la policía llega al lugar, pero no presentan documentos oficiales que indiquen que no podemos estar aquí”, señaló otro comprador, agregando que los papeles en su poder muestran que el terreno tiene un dueño registrado desde 1903, y que han seguido todos los procedimientos legales para escriturar las propiedades.
A pesar de los rumores sobre posibles inundaciones en la zona, los vecinos se mantienen firmes. “Sabemos de los riesgos, pero es un problema que estamos dispuestos a asumir. Si el delegado está tan preocupado por las inundaciones, que colabore con todos los vecinos y haga los trabajos de infraestructura necesarios”, desafió uno de los propietarios.
Además, los vecinos sostienen que la intención de las autoridades es desalojarlos para beneficiar a terceros con intereses en esos terrenos. “No sé cuál es el negocio que quiere hacer el delegado, pero nosotros no somos los culpables de esta situación“, expresó una de las personas afectadas, quien también afirmó que son aproximadamente 17 las familias involucradas en esta problemática y que ahora están más unidas que nunca para defender su derecho a permanecer en el lugar.
Por último, los vecinos denunciaron abuso de autoridad por parte de la policía. “Un agente me amenazó con detenerme 12 horas si no abandonaba el lugar, pero tengo claro que no puede hacerlo solo por pedirme el DNI”, afirmó indignada una de las compradoras, quien aseguró que no se moverán del lugar hasta que les presenten una denuncia formal.
El conflicto está lejos de resolverse y, por ahora, las familias se mantienen en sus terrenos, decididas a construir sus viviendas pese a las advertencias y presiones.