Bahía

Semana de la lucha contra la muerte súbita: hay 40.000 casos anuales en Argentina

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La muerte súbita es una causa de muerte prematura que representa un problema primordial para el sistema de salud, ya que más del 70% de los casos se producen en el ámbito extrahospitalario (hogar, trabajo, campos deportivos u otros lugares públicos), transformando a la comunidad no médica en la primera encargada de atender un episodio de esta naturaleza, dada la escasa ventana temporal que dispone para aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que reviertan el cuadro.

“Es un desafío como comunidad saber hacer el curso de RCP. La única posibilidad de que una persona sobreviva es que, quien esté al lado, sepa hacer maniobras de RCP”, señaló Rodrigo de La Faba, médico cardiólogo.

“La muerte súbita por definición es algo abrupto, rápido, repentino. Se define por una persona que estaba bien hace media hora y en un momento pierde el estado de conciencia, deja de latir su corazón y deja de respirar, se desploma”, destacó el especialista.

Respecto a las causas, indicó que “Hay causas cardíacas en menores de 30 años, son enfermedades cardíacas que son congénitas. Y en mayores de 30 empieza a haber lo que es la enfermedad cardiovascular según los hábitos que tenemos: si fumamos, si consumimos drogas ilícitas, tabaquismo, presión alta, diabetes, obesidad, no hacer actividad física, estrés… todas esas situaciones son sumatorias”.

En relación al RCP las maniobras a realizar son:

  • Recostar a la persona inconsciente sobre una superficie dura por su espalda.
  • Colocar las manos del resucitado una sobre otra con las palmas hacia abajo y los dedos entrelazados.
  • Realizar entre 100 y 120 compresiones por minuto logrando hundir el tórax por 5 cm aprox.
  • Las compresiones deben ser rítmicas (igual compresión que relajación).
  • Cambiar de resucitador cada 1 a 2 minutos para evitar el cansancio evitando así las maniobras inefectivas.

En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones. Una vez que el dispositivo esté conectado nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuando retomarlas.

En el caso del RCP pediátrico:

  • Iniciar compresiones con la misma frecuencia que en los adultos, verificando que el tórax descienda 1/3 de su altura.
  • La posición de las manos en el tórax varía según la edad del niño; debes colocar los dedos índice y medio en el centro del esternón, entre los pezones, o con ambos pulgares y en niños más grandes puede requerir compresiones con toda la mano.
  • Aplicar 2 insuflaciones de 1 segundo cada una, apenas soplando, que eleven el pecho del bebé.
  • Alternar 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que llegue la ambulancia.
  • En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones e insuflaciones. Una vez que el dispositivo esté conectado nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuando retomarlas.

Con información de Noticias Argentinas

Esta entrada ha sido publicada el 27 de agosto, 2024 13:14

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