Osvaldo Ruffo, docente, plantea una reflexión sobre cómo la física, una disciplina que debería despertar curiosidad y asombro, ha sido convertida en un “cuco” para la mayoría de las personas debido a una mala aproximación educativa desde temprana edad. “Si yo te digo la palabra física, probablemente salgas corriendo en sentido contrario”, señaló Ruffo, destacando cómo el término provoca rechazo en muchos, no por la disciplina en sí, sino por la forma en que ha sido enseñada.
Ruffo denuncia una “estafa educativa” que se perpetúa incluso en niveles superiores de enseñanza. “He sido profesor de física en la UTN y me encontraba con ese dilema: pretendemos que los estudiantes resuelvan problemas ridículos como cuánto tarda un tren en chocar con otro, o cuál es la fuerza de una polea de 45. Eso no es física, o al menos es una porción ínfima de la física”, sostuvo, enfatizando que estos problemas distan mucho de lo que debería ser el verdadero aprendizaje de la ciencia.
El taller, que se dicta en la sede de Montevideo de la UTN, consiste en encuentros semanales de dos horas, donde se abordan temas como la teoría de la relatividad, la del átomo y la mecánica cuántica.
No se requieren conocimientos previos, solo curiosidad e inquietudes. El objetivo es descubrir cómo la física está presente en nuestra vida diaria y agregar alegría y asombro a nuestros años.
El curso es parte del proyecto de la Universidad para mayores de UPAMI y busca diferenciar la física escolar de la física real, que intenta responder preguntas fundamentales sobre el universo.
La contradicción, según Ruffo, radica en que los niños se sienten naturalmente atraídos por fenómenos que son esencialmente físicos, como los viajes espaciales, las estrellas o incluso el simple acto de jugar en una plaza. Sin embargo, a medida que crecen, se produce una desconexión entre esa curiosidad innata y la enseñanza formal de la física, una desconexión que él atribuye a un enfoque educativo fallido.
“Cuando alguien se inscribe en un curso como ‘La física que no te enseñaron en el colegio’, lo que va a encontrar es un intento de mostrarle lo fascinante y apasionante que puede ser esta ciencia”, explica Ruffo. Su objetivo es romper la barrera entre el concepto preconcebido de la física y lo que realmente es: una disciplina llena de maravillas, que, bien presentada, puede resultar tan atractiva como una cita amorosa.
Ruffo también subrayó la importancia de valorizar la ciencia a nivel popular, de que la sociedad en su conjunto reivindique, fortalezca y defienda la ciencia como un pilar fundamental del conocimiento y el progreso. “Cuando te das cuenta de que esa luz de las estrellas que ves en el cielo salió cuando los dinosaurios estaban vivos, entiendes que no estás mirando el cielo, sino el pasado. Decime si eso no es fascinante”, concluyó.