El impacto del resultado de la elección presidencial de Venezuela, que en cifras oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) le dio la reelección a Nicolás Maduro (61) por el 51,20%, dejó este lunes a la capital venezolana como si fuera un feriado y con mucha desilusión.
Andi José Loyo Escalona, un venezolano residenciado en Bahía Blanca junto a su esposa, compartió sus sentimientos encontrados respecto a las recientes elecciones en su país natal. “Toda mi familia está en Venezuela y yo estoy aquí“, comentó. Desde el inicio de la semana, Andi y su esposa estuvieron llenos de inquietud y esperanza, deseando fervientemente un cambio en las elecciones.
La noche de los resultados electorales trajo consigo un fuerte golpe de tristeza, nostalgia e impotencia. “Hoy amanecimos apagados… no esperábamos esos resultados“, expresó Andi, reflejando el desánimo compartido tanto por él como por su familia en Venezuela. El deseo de cambio es profundo, y la distancia solo intensifica el anhelo de reunirse nuevamente con sus seres queridos.
Andi describió la impotencia de no poder estar con su familia en momentos de peligro, temiendo constantemente por su seguridad. “Le pido a Dios todos los días que les dé mucha vida y salud para poder volver a verlos y abrazarlos”, compartió con una mezcla de esperanza y desesperación. La situación se agrava al recordar amigos en Argentina que han perdido a sus padres sin poder despedirse.
A pesar de los resultados y los antecedentes de fraudes electorales, Andi se mantiene firme en su determinación de seguir luchando. “Seguiremos luchando y demostrando que esto fue un fraude”, declara con convicción. Además, expresó su gratitud por poder enviar remesas a su familia, permitiéndoles subsistir aunque con grandes dificultades, dado que en Venezuela el valor del dinero ha caído drásticamente.
El miedo es una constante en Venezuela, amplificado por videos en redes sociales que muestran amenazas y violencia en los centros de votación. Andi sueña todos los días con reencontrarse con su familia y ver a su hija, a quien no ha visto en años. La noche de los resultados estuvo marcada por lágrimas de impotencia y cansancio, pero Andi concluyó con una nota de resiliencia: “No nos queda más que seguir, volvernos a levantar, sacudirnos el polvo y seguir caminando”.
Esta es la voz de un venezolano en el exterior, una voz que refleja la lucha, el dolor y la esperanza de millones de compatriotas que anhelan un futuro mejor para su país.
Foto: La Nación
