En el marco de los festejos del Día del Amigo, la agrupación Estrellas Amarillas participó activamente en los operativos de prevención de accidentes en Bahía Blanca. Carina Orange, miembro de la agrupación, compartió detalles sobre los controles realizados y la respuesta de la ciudadanía.
“El primer día en el puesto donde estuve yo hubo seis positivos de alcoholemia. Estuvimos en Alem al 700 aproximadamente”, relató Carina. Los controles incluyeron pruebas de drogas y alcohol, así como verificación de documentación de los vehículos.
La campaña no solo se centró en controles en la vía pública, sino que también incluyó visitas a establecimientos. “Ingresamos a algunos bares y cervecerías que nos autorizaron a ingresar, y realizamos controles de alcoholemia voluntarios. La gente aceptó someterse a las pruebas para saber la cantidad de alcohol en sangre que tenían. La verdad que fue muy positivo“, destacó Carina.
Respecto a la recepción de la campaña, Carina señaló que en algunos lugares había conductores designados, aunque en otros no. “Hubo quejas, como siempre, porque no quieren la tolerancia cero. Pero cuando hicimos los controles en la calle, también hubo muchas quejas y falta de documentación en los vehículos”, añadió.
Sobre la resistencia a la tolerancia cero, Carina comentó: “Quienes no aceptan el régimen argumentan que pueden reconocer un límite entre el consumo problemático de alcohol y el que no lo es. Dicen que un vaso no les hace nada, que pueden tomar tres vasos y no pierden los reflejos. Eso es lo que argumentan, que no les pasa nada tomando dos o tres vasos“.
Carina enfatizó la necesidad de aumentar la conciencia y empatía en la población. También destacó el respeto recibido por parte de la comunidad: “Con nosotros, la gente fue muy respetuosa. Entienden que estamos del dolor haciendo campaña para que no les pase lo mismo que nos pasó a nosotros“.
Finalmente, Carina observó que la mayoría de los casos positivos de alcoholemia eran adultos mayores. “Había jóvenes, sí, muchas mujeres sobre todo, pero más adultos mayores. La gente adulta está acostumbrada a tomar y salir, no se dan cuenta. Los jóvenes, por otro lado, tienden a usar más taxis o servicios de transporte. Pero la gente adulta le cuesta asumir la tolerancia cero”, concluyó.