El atentado a la amia se produjo hace 30 años a las 9.53. En cuestión de segundos las paredes y el techo de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se desplomaron casi por completo. Se trataba del más grave atentado de la historia argentina.
El ambiente se llenó de olor a amoníaco, humo y gritos. Mientras actuaban en el lugar los bomberos y la Policía, la gente intentaba buscar a sus compañeros y familiares debajo de las ruinas. Los operativos de rescate duraron varios días. En total, las víctimas fatales fueron 85 y hubo alrededor de 300 heridos.
En estas tres décadas se realizaron dos juicios y hubo 145 imputados. De ellos, solo 15 llegaron a juicio oral.
Esta mañana en la Plaza Rivadavia, hubo distintos oradores y uno de ellos, refleja la experiencia de una niña ante el atentado a la AMIA, una tragedia que, a 30 años de su ocurrencia, sigue resonando en la memoria colectiva y personal de quienes vivieron sus consecuencias.
La necesidad de una nueva ley para superar la parálisis judicial
Raúl Woscoff, ex asesor de la Unidad AMIA, destacó la urgencia de sancionar una ley que permita avanzar en la causa judicial, paralizada desde hace años debido a la ausencia de los acusados iraníes y libaneses. “El juicio es una ausencia, y de eso se trata: la posibilidad de sancionar una ley que de alguna manera permita sacar a la causa de la parálisis en la que se encuentra respecto de los iraníes y libaneses que están fugados y no comparecen voluntariamente”, señala Woscoff.
Según Woscoff, la implementación de esta ley permitiría llevar a cabo un juicio pleno y oral que, aunque no implica una condena anticipada, facilitaría la obtención de la verdad, “el primer derecho que se le debe a los familiares de las víctimas del atentado”. Este avance cambiaría el escenario actual, proporcionando una esperanza renovada para la justicia.
Woscoff subrayó que, aunque la conmemoración es necesaria para mantener viva la memoria, es crucial que la sociedad adopte ahora una actitud más proactiva. “La memoria nos retrotrae al pasado, y me parece que se requiere ahora una actitud de protagonismo de la sociedad en general, por supuesto con responsabilidades distintas”, afirmó. En este sentido, destacó el papel fundamental de los legisladores, el gobierno y la comunidad judía en este proceso.
El ex asesor también menciona que el gobierno ha dado un primer paso enviando un proyecto de ley, al que se suman dos propuestas adicionales presentadas por legisladores. “La propia comunidad judía, como víctima a través de sus instituciones, tiene que tomar un rol también activo en ese debate. Hay objeciones, pero creo yo que se pueden superar, y eso nos va a llevar necesariamente a dar una vuelta de página por primera vez en este tema”, sostuvo Woscoff.
Respecto a los proyectos de ley presentados, Woscoff opina que aunque todos son perfectibles, su aprobación representaría un avance significativo en la lucha contra la impunidad. “Significa que los delitos de lesa humanidad, genocidio, crímenes de guerra y el financiamiento del terrorismo podrían ser abordados de manera más efectiva”, explicó, añadiendo que estas medidas también impactarían en otras causas paralizadas, incluyendo aquellas relacionadas con represores de la dictadura.
Finalmente, Woscoff enfatizó la importancia de este momento histórico: “Creo que es un antes y un después, porque si no, la causa va a quedar necesariamente en el estado de parálisis en la que se encuentra hace muchos años”.
