Bahía

El presupuesto de las universidades: el CREEBBA analizó los números entre 2010 y 2024

Compartir

En un contexto económico desafiante, las universidades públicas argentinas enfrentan un panorama de financiamiento complicado que ha evolucionado significativamente en los últimos 13 años. Franco Steinbauer, Asistente de Investigación del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca (CREEBBA), ofrece una perspectiva detallada sobre los cambios presupuestarios y su impacto en las instituciones educativas.

Evolución del Presupuesto Universitario (2010-2023)

Steinbauer destacó que, al analizar el período de 2010 a 2023, se observa un aumento del financiamiento de las universidades en términos nominales. “Básicamente, si nosotros analizamos de 2010 a 2023, en términos monetarios, vemos un aumento de 11.000% en moneda corriente“, explica. Sin embargo, este incremento se sitúa en un contexto de una inflación acumulada de aproximadamente 30.000% a nivel nacional durante el mismo periodo. Este desajuste entre la inflación y el aumento nominal del presupuesto indica una realidad económica mucho más compleja para las universidades.

El presupuesto destinado a las universidades públicas experimentó un aumento del 49% en términos reales entre 2010 y 2023. No obstante, este dato debe ser matizado con el contexto inflacionario desbordante que afecta al país. La diferencia entre el aumento nominal y el ajuste por inflación subraya la necesidad de un análisis más profundo de la capacidad de las universidades para mantener sus operaciones y estándares educativos en este entorno.

Perspectivas para 2024: presupuestos vigentes y desafíos

Al incluir las proyecciones para 2024, Steinbauer indicaó que el presupuesto vigente, según el portal de Presupuesto Abierto del Gobierno Nacional, sugiere una caída significativa del 61% en comparación con 2010. Esta cifra refleja las dificultades previstas para el próximo año, donde la brecha entre los fondos disponibles y las necesidades reales de las universidades podría ampliarse aún más.

Si comparamos con 2023, el presupuesto para 2024 representa una caída del 74%, lo cual es alarmante. Sin embargo, es crucial entender que estos números no consideran las negociaciones paritarias docentes ni los aumentos salariales posteriores a la marcha del 23 de abril, lo que podría aliviar parcialmente la situación.

Impacto de las paritarias y aumentos salariales

Las paritarias docentes juegan un papel crucial en el ajuste del presupuesto universitario. Steinbauer menciona que, aunque se acordó un aumento del 53% en mayo, la inflación acumulada hasta ese momento fue del 84%, resultando en una pérdida del poder adquisitivo del salario docente. Adicionalmente, los aumentos salariales anunciados después de la marcha de abril —con incrementos del 70% en mayo y abril, y un notable aumento del 270% en junio— no están reflejados en los presupuestos vigentes.

Ajustes y Mejoras: El Dilema Presupuestario

A pesar de los desafíos, Steinbauer subrayó que las universidades han implementado ciertos ajustes para adaptarse a la realidad financiera. “Este año, las universidades tuvieron que realizar ciertos ajustes, pero es cierto también que, mediante los aumentos que se dieron a partir de abril, la situación mejoró bastante,” comentó. Sin embargo, el debate sobre si estos aumentos presupuestarios se aplican de manera retroactiva o no sigue siendo crucial. Según Steinbauer, la caída en el financiamiento puede variar significativamente dependiendo de cómo se gestionen estos aumentos, oscilando entre el 30% y el 99%.

Esta entrada ha sido publicada el 4 de julio, 2024 16:26

Deja un Comentario