A la medianoche del pasado sábado, los vecinos del barrio Molina Campos vivieron momentos de incertidumbre y miedo. Lo que inicialmente se percibió como disparos resultó ser el rugir de motores en picadas clandestinas que se estaban llevando a cabo en la Avenida Cabrera, una de las principales arterias de la ciudad.
Elma, una vecina del barrio, relató cómo vivió la experiencia desde su casa: “Eran las 12:30 de la noche cuando empezamos a escuchar ruidos que parecían tiros. Nos asustamos mucho. En el grupo de WhatsApp de los vecinos empezamos a preguntarnos si eran disparos de verdad. Al final, llamamos a la policía y al 911”.
Según Elma, los ruidos persistieron por más de una hora. “Como a la una de la mañana, calculo que me dormí, pero se seguía escuchando. Al otro día, cuando me desperté, el grupo de chat del barrio estaba lleno de mensajes. Habían descubierto que eran picadas de autos en la Avenida Cabrera”, explicó.
Los vecinos se organizaron rápidamente para investigar lo sucedido. Descubrieron que las carreras no eran un evento aislado. “Nos enteramos de que estos grupos se organizan por redes sociales y se reúnen en diferentes lugares de la ciudad. Este sábado, tocó acá en Avenida Cabrera”.
“La Cabrera es muy transitada, especialmente los fines de semana. Es una avenida de entrada a la ciudad. No podemos permitir que esto siga sucediendo”, dijo Elma.
El hallazgo más inquietante fue un video que circuló en redes sociales, capturado en una estación de servicio cercana. “Parecía una escena de la película ‘Rápido y Furioso’. Los autos preparados para la carrera, la gente alrededor, el alcohol… Todo”, describió Elma.
Para muchos residentes, como Elma, esta fue la primera vez que presenciaron algo así fuera del autódromo local, donde tales eventos están regulados y permitidos. “Entiendo que en el autódromo esté bien, perfecto. Pero en la calle, y menos en una avenida como estas, está prohibido y es muy peligroso”, manifestó.
La comunidad de Molina Campos ahora busca formas de hacer visible este problema y exigir más seguridad en ese sector. “Evidentemente, estos eventos tienen el amparo de alguien. No podemos quedarnos callados”, concluyó.