El economista Gustavo Burachik pintó un sombrío panorama sobre la situación del desempleo en Bahía Blanca. Según Burachik, el primer trimestre del año vio un aumento significativo en la tasa de desempleo, pasando de menos del 5% en el último trimestre de 2023 a un 7,5% de la población activa.
Esto representa un “salto muy importante”, según sus palabras, y nos obliga a reflexionar sobre la profundidad y complejidad del problema del empleo en la ciudad y, por extensión, en el país.
Los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) estiman que aproximadamente 12.000 personas en Bahía Blanca están desempleadas y activamente buscando empleo. Sin embargo, Burachik advierte que esta cifra es solo una parte del problema.
“El desempleo es un fenómeno más amplio porque hay muchas personas que han abandonado la búsqueda de empleo a pesar de estar disponibles e interesadas en trabajar“, explica Burachik. Este grupo de personas, conocido como “desalentados”, no se cuenta en las cifras oficiales de desempleo.
Además, hay una fracción considerable de la población que, aunque actualmente tiene un empleo, sigue buscando mejores oportunidades debido a la insatisfacción con sus condiciones laborales. Este grupo ha crecido significativamente en el primer trimestre, reflejando la precarización del empleo en la ciudad.
Otra dimensión del problema es el subempleo. En Bahía Blanca, hay muchas personas que trabajan menos de 35 horas semanales y desearían trabajar más. Este grupo también engrosa las filas de aquellos que buscan trabajo, ya sea para complementar su ingreso o para encontrar una ocupación más estable.
“La fila de personas buscando trabajo no solo incluye a los desempleados”, señala Burachik, “sino también a aquellos con empleos parciales o incluso a tiempo completo que no son suficientes para cubrir sus necesidades”.
Este fenómeno se relaciona directamente con la erosión del poder adquisitivo. Los salarios en Argentina, tanto en el sector formal como en el informal, han quedado muy por detrás de la inflación. Para quienes tienen trabajos en blanco, los aumentos salariales han sido insuficientes. Peor aún es la situación de quienes trabajan en el sector informal o en empleos temporales e inestables, donde el deterioro del ingreso real ha sido aún más pronunciado.
Impacto en diferentes grupos etarios
El desempleo no discrimina por edad. Según Burachik, las personas mayores de 65 años también han sido fuertemente afectadas. Muchos de ellos, que deberían estar disfrutando de su jubilación, se ven forzados a seguir trabajando debido a la insuficiencia de las pensiones en el sistema jubilatorio argentino.
Por otro lado, los jóvenes enfrentan un escenario igualmente desalentador. A menudo, recién salidos del colegio o la universidad, se encuentran con pocas opciones de trabajo estable y bien remunerado. “Es común ver a muchos jóvenes en trabajos de delivery, en bicicletas o motocicletas, que son empleos flexibles, mal pagados e inseguros“, lamenta Burachik.
La caída del empleo en el contexto económico actual
El economista señala que estos números no son una sorpresa, dada la dirección de las políticas económicas recientes. “Era previsible con un programa económico que se basaba en suspender obras públicas, reducir el gasto público, despedir personal y disolver organismos estatales”, argumenta Burachik. La caída en sectores clave como la construcción y la industria manufacturera ha sido notable, con la última reportando una disminución del 10% en comparación con el mismo período del año anterior.
Además, las ventas en los comercios están en descenso y el consumo privado se encuentra en caída libre. “Todos los indicadores son negativos, y sería ilusorio pensar que el empleo no sufriría las consecuencias”, concluye Burachik.
Proyecciones para el futuro cercano
De cara al segundo trimestre del año, Burachik no anticipa una mejora. Los meses de abril y mayo han seguido mostrando signos de declive, y aunque los datos de junio aún no están disponibles, la tendencia sugiere que el desempleo continuará en aumento. “Es prácticamente seguro que los datos del segundo trimestre serán negativos para el mercado de trabajo“, afirma.