La Justicia Federal de Azul procesó y embargó al maquinista del tren de pasajeros del servicio Buenos Aires- Bahía Blanca que el 8 de marzo de 2022 descarrilló a la altura de Olavarría y abonó la hipótesis del exceso de velocidad como causa principal del accidente que dejó 97 heridos de cara a un eventual juicio oral.
La medida también alcanza al ayudante del conductor a quien se la achaca responsabilidad por “no haber dado aviso” o requerido a a quien comandaba la formación que disminuyera el ritmo de circulación.
En un extenso fallo de más de 330 páginas al que tuvo acceso Infocielo, el titular del Juzgado Federal N° 1 de Azul, Dr. Gabriel Di Giulio expone una gran cantidad de informes periciales, climatológicos, datos obtenidos de la caja negra y de filmaciones del recorrido del tren, estudios sobre el estado de las vías, estado de la locomotora, vagones, testimonios de especialistas entre otros elementos para justificar las imputaciones.
En el caso del maquinista, Nicolás Ezequiel Fagioli se lo acusa de “Estrago culposo Agravado por descarrilamiento agravado” “por acción” y bajo la misma figura pero en grado de “omisión” al ayudante Lucas Leonel Vázquez.
Uno de los elementos de peso para establecer las responsabilidades fue el informe de la Comisión interdisciplinaria de peritos y su dictamen pericial accidentológico.
Como factores humanos destacó “dos elementos importantes: por un lado el exceso de velocidad y por el otro la aplicación del freno independiente de la locomotora” por parte del Conductor.
En tanto, en los factores mecánicos referidos al estado de mantenimiento de las vías y de la formación los peritos arribaron a algunas conclusiones centrales: “de los 12 coches inspeccionados de la formación, a 9 de ellos les faltaban total o parcialmente los amortiguadores horizontales también mencionados como “anti serpenteo” reseñaron.
En cuanto al estado de los bogies, las ruedas, ejes y sistemas de suspensión, “no se registraron anomalías que pudieran haber originado
Sobre el el estado de las vías, “surge que en la estructura y vías propiamente dichas se detectaron distintas condiciones de los elementos que en general se repiten en los distintos tramos del recorrido inspeccionado, es decir diferencias dimensionales y parámetros que están dentro de los límites establecidos por las normas” hecho que permite injerir al juez que “la infraestructura no fue el factor causal del descarrilo”.
En resumen, los peritos establecieron que “el factor mecánico no fue determinante, pero si contribuyente en la ocurrencia del descarrilo”
Por otra parte, quedó descartada cualquier incidencia del clima, un factor que se mencionó por las copiosas lluvias que habían ocurrido en la zona del siniestro en los días previos: “No existieron factores climáticos ni ambientales que pudieran haber ocasionado ni contribuido con el descarrilo”.
Con numerosos elementos relevados, la Justicia consideró probado que el descarrilamiento se produjo alrededor de las 5.20 de la madrugada en el kilómetro 346,4. Según las pericias, el tren circulaba “a una velocidad aproximada de 90 a 91 km/h”, un ritmo superior a la recomendación establecida en el Boletín de vía que, en la zona del siniestro, “era de 80 km/h.”
En la formación- Tren N° 333 de la empresa Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE)- contaba la locomotora y doce coches cola. En el convoy viajan unas 500 personas- incluida la tripulación- de las cuales 97 sufrieron heridas y cuatro de ellas requirieron de internación.
Al exceso de velocidad, el juez añade que el maquinista operó “con impericia el sistema de frenos de la formación ” dado que consideró probado que accionó el el freno independiente de “forma intermitente y repetitiva”.
El Imponente operativo para remover los vagones descarrilados
El juez Di Giulio refutó algunos de los planteos hechos por la defensa referidos al clima, la presencia de animales sueltos o mala ubicación del velocímetro: “Esa madrugada, el estado atmosférico no era favorable, mucha humedad rocío, algunos bancos de niebla, porque yo creo que no era favorable porque la humedad, el rocío no genera adherencia para los motores,este velocímetro no estaba ubicado bien, freno independiente se utiliza justamente al estar el riel húmedo y generar patinaje a la locomotora” adujo el maquinista.
Sin embargo, para la Justicia todas las razones esgrimidas (humedad, rocío, patinamiento de la locomotora por pérdida detracción), que era horario nocturno con menor visibilidad, había niebla, se trataba de un lugar donde era frecuente la existencia de animales, hacían que la velocidad de circulación de la formación sea “un factor de debido cuidado”.
“Más allá de la velocidad máxima determinada por la concesionaria, las condiciones especiales descritas demandaban sumaprudencia y cuidado frente a la escala visibilidad, la existencia conocida de potenciales peligros (animales sueltos), los problemas de tracción y las características del estado de la vía”
Sobre el velocímetro, se expone una foto y se menciona el resultado de videos en el que se lo ve emplazado “con el instrumental y las filmaciones evidencian que durante la noche el equipo posee iluminación suficiente para visualizar, sin problemas, el marcador y la aguja.
Tren descarrilado en Olavarría: Procesan a maquinista y su ayudante por violar la velocidad máxima
Al mencionar la situación procesal del maquinista Nicolás Ezequiel Fagioli, el juez le imputa “ haber excedido la velocidad máxima que el estado de la vía y las características de la formación determinaban para una circulación segura y en particular, el haber excedido la velocidad máxima establecida en el Boletín de vía que, en la zona del siniestro, era de 80 km/h.”
Asimismo que operó “con impericia el sistema de frenos de la formación ” dado que accionó el el freno independiente de “forma intermitente y repetitiva”.
Por ello, quedó procesado por “Estrago Culposo por descarrilamiento Agravado” sin prisión preventiva y con un embargo de bienes por un valor de 10 millones de pesos.
En tanto, Lucas Leonel Vázquez fue procesado por “Estrago Culposo por descarrilamiento Agravado” por haber omitido las medidas que le eran exigibles por su cargo y función para la reducción de la velocidad de la formación a valores seguros. A su vez, se estableció un embargo preventivo de 5 millones de pesos.
Hace más de un año dejó de rodar el tren de pasajeros que une Bahía Blanca con Buenos Aires. Al accidente de la causa reseñada en esta nota, hay que sumarle un segundo descarrilamiento – el servicio había retomado apenas doce días- que se produjo 21 de marzo del 2023, a la altura de la estación Pourtalé, un paraje ubicado en las afueras del partido de Olavarría.
Una investigación judicial reveló que el segundo descarrilamiento del tren de pasajeros del ramal Constitución- Bahía Blanca ocurrido en Olavarría – viajaban 250 personas y no hubo heridos- estuvo ligado al impacto de un camión sobre uno de los rieles.
Con el material relevado, se determinó que un camión cargado con piedra y un peso de 45 toneladas chocó contra el riel derecho dejándolo “curvado y desprendido de sus fijaciones” – lo había enganchado sacándolo de alineación- cuando intentaba cruzar el paso a nivel y se procesó al chofer por “estrago culposo” dado que “en ningún momento dio aviso o reportó el incidente a alguna autoridad o a la empresa de trenes”.
La falta de restitución del servicio movilizó los reclamos ciudadanos y a la dirigencia política. En Bahía Blanca, una de las localidades más afectadas, el concejal de la UCR Pablo Daguerre, presentó numerosos pedidos de informes a las autoridades nacionales y solo obtuvo una respuesta en octubre de 2023, por parte de la a Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE).
Esta entrada ha sido publicada el 10 de junio, 2024 19:41
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