El acogimiento familiar es la inserción de un niño, niña o adolescente en un núcleo familiar distinto al de origen y por un período de tiempo limitado.
Esta modalidad de cuidado temporal de niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales, en la que se busca garantizar el derecho de vivir en familia, evitando su institucionalización, hasta definir su situación legal, ya sea que regresen con su familia de origen o sean adoptados.
Paula Cuadrado, de Hogares de Belén, le contó a Canal Siete que en Bahía Blanca y sus alrededores, diversas familias han adoptado esta noble misión durante muchos años, ofreciendo un entorno de amor y apoyo a aquellos que más lo necesitan.
Cuadrado subrayó que crecer en una familia, aunque sea de forma temporal, proporciona a los niños un marco de amor, alegría y estabilidad que es esencial para su desarrollo. “Compartir la familia por un tiempo es fundamental. Necesitamos más familias que se animen a vivir esta experiencia, que si bien puede ser dolorosa cuando los niños se van, deja un corazón lleno de gratitud y satisfacción“, comentó.
La realidad actual muestra un aumento en los casos de niños que necesitan acogida. La demanda de familias solidarias no cesa, y la necesidad se vuelve cada vez más apremiante. La experiencia de acoger a un niño es enriquecedora tanto para los niños como para las familias. Paula Cuadrado, con más de 20 años de experiencia en Hogares de Belén, relató cómo estos niños han transformado su vida y la de su familia. “Por mi casa pasaron nueve bebés, y cada uno de ellos dejó una huella imborrable en nuestras vidas. Hemos aprendido, reído y también llorado, pero siempre con un saldo positivo”, afirmó emocionada.
El movimiento familiar cristiano, al que pertenece Hogares de Belén, trabaja sin distinción de religión ni credo, y ha visto cómo nuevas familias se han sumado a la causa, incluyendo jóvenes interesados en aportar su granito de arena. Paula recalcó la importancia de compartir las experiencias positivas para motivar a más personas a unirse. “No me imagino mi vida sin Hogares de Belén. Los niños que hemos acogido nos han enseñado tanto, y la experiencia ha fortalecido nuestros lazos familiares y comunitarios“, expresó.
Para aquellos interesados en formar parte de esta red de amor y solidaridad, Paula Cuadrado explica los pasos a seguir: “Nos pueden escribir a [email protected], contar un poco sobre su interés, y nosotros nos pondremos en contacto. Este proceso no es automático; requiere de una entrevista y la evaluación de ciertos requisitos, como tener hijos propios y no estar inscritos en el registro de adoptantes. Lo importante es entender que se trata de un acto solidario, no de adopción”.
La invitación está hecha: sumarse a Hogares de Belén no solo es una forma de ayudar a los niños en situación de vulnerabilidad, sino también de enriquecer nuestras propias vidas con experiencias y enseñanzas que solo el amor y la solidaridad pueden brindar.