En medio de una crisis económica que afecta a todos los sectores, el pollo se mantiene como el alimento más accesible para los argentinos. A pesar de la subida de precios y la disminución del poder adquisitivo, la venta de pollo no ha dejado de ser constante, destacándose por su relación costo-calidad.
“El pollo siempre fue lo que más se vendió. Hemos pasado por situaciones difíciles, pero el pollo sigue siendo lo más económico”, comentó una comerciante del sector. Aunque las ventas han experimentado una leve baja en comparación con el año pasado, el impacto no ha sido tan devastador gracias a estrategias centradas en el cliente.
“Nosotros siempre nos pusimos del lado del cliente. Entendemos que ellos son el verdadero patrón. Si aumentas la mercadería sin ofrecer un valor añadido, el local termina fundiéndose, como ha sucedido con muchos negocios que han cerrado“, añadió.
Esta visión orientada al cliente ha llevado a comerciantes a buscar opciones más económicas sin sacrificar la calidad. “Antes trabajábamos con marcas premium, pero ante la situación del país, hemos incorporado otras marcas de pollo y congelados que, aunque tienen otros valores, no son de menor calidad. Ofrecemos productos prácticos y accesibles, como medallones y patitas, ideales para familias con hijos en la escuela“, sostuvo.
Las promociones y ofertas también juegan un papel crucial. Por ejemplo, ofrecen 2 kg de milanesa de pollo a 9500 pesos, mientras que en otros lugares 1 kg cuesta una locura. El maple de huevo, que puede costar hasta 5800 pesos en otros comercios, algunos los venden prácticamente al costo, siguiendo la filosofía de atraer clientes con productos básicos.
“El hábito de compra ha cambiado. La gente ahora planea sus compras más cuidadosamente, aprovechando los descuentos semanales que ofrecemos a través de bancos como Nación y Provincia. Estos reintegros permiten a los clientes comprar lo justo y necesario, extendiendo su poder adquisitivo”, manifestó la comerciante.
