Cada invierno, la misma escena se repite en la escuela técnica 2, según manifiestan alumnos, padres y docentes que reclaman por la falta de calefacción y materiales en los talleres.
Las quejas no son nuevas. “Es una historia sin fin”, comentó uno de los alumnos.
El año pasado, una movilización significativa de padres y docentes logró un acuerdo con los inspectores, prometiendo reparaciones en la calefacción y otras problemáticas de la escuela. Sin embargo, nada ha cambiado. Las instalaciones continúan deteriorándose con goteras y una infraestructura que parece sacada de una versión moderna de Venecia.
La situación en los talleres es alarmante. La falta de insumos y herramientas se intenta compensar con ingenio y compromiso, pero hay límites. “No podemos salvar el problema del mantenimiento”, afirmó Carlos Ianguasco, docente de Taller de la E.E.T. N°1. “Cuando llueve, llueve más adentro que afuera. Los tableros eléctricos están en peligro constante“.
Las notas presentadas por profesionales de seguridad y construcción para intervenir los tableros eléctricos no han tenido respuesta. Las calderas, con más de diez años de antigüedad, siguen sin funcionar adecuadamente. De los tres equipos de calefacción, ninguno opera correctamente, haciendo del gran taller un espacio inhabitable.
El deterioro afecta directamente la calidad de la enseñanza. La falta de calefacción obliga a suspender talleres y trasladar a los alumnos a aulas teóricas. “No podemos poner a trabajar a un chico en un torno con ropa abrigada, es peligroso”, explicó el docente. “La gente está más preocupada por el frío que por la actividad que están haciendo”.
La semana pasada, una asamblea de docentes y alumnos con los directivos decidió solicitar la suspensión de actividades, no como un fin en sí mismo, sino para visibilizar la problemática y encontrar una solución.
“No queremos estar en el aula eternamente“, sostuvieron, “Nuestro lugar está en el taller, enseñando y aprendiendo juntos. Pero necesitamos las condiciones adecuadas para hacerlo”.