La creciente influencia de lo virtual en nuestras vidas ha transformado no solo la manera en que interactuamos con el mundo, sino también cómo jugamos y nos vinculamos con otros. Damián Rodríguez Conte, psicólogo, en diálogo con Canal Siete abordó esta problemática desde una perspectiva familiar y social, destacando la importancia de distinguir entre el juego sano y la ludopatía.
Rodríguez Conte señaló que vivimos en un “nuevo mundo atravesado por lo virtual”, lo que modifica nuestras formas de relacionarnos y jugar. La virtualidad introduce cambios profundos en nuestras interacciones, y esto se refleja especialmente en los hábitos de juego de niños y adolescentes.
No todo juego es sinónimo de ludopatía. Es crucial enfocarse en el tipo de vínculo que se establece con el juego. “El foco no debe estar en el juego en sí, sino en el modo en que cada persona se adhiere a él“, afirmó el psicólogo. Identificar señales de alerta como el aislamiento, la ruptura de lazos sociales y cambios de carácter repentinos es fundamental para reconocer cuándo el juego se convierte en un problema.
La pandemia ha exacerbado muchas de estas cuestiones, incrementando la dependencia de lo virtual. Incluso niños muy pequeños, de apenas tres años, muestran una fuerte atracción hacia la tecnología, lo que puede configurar hábitos problemáticos desde temprana edad. La pandemia no solo nos llevó más hacia lo virtual, sino que también rompió muchas barreras que antes restringían el acceso al juego y las apuestas.
Rodríguez Conte subrayó la importancia de abordar este tema desde el ámbito familiar. “Es crucial recuperar la mirada, la escucha y la palabra en casa“, afirmó. Más que alarmarse y tratar de controlar las conductas de los niños, es esencial poder hablar abiertamente sobre el uso de la tecnología y los juegos. La comunicación efectiva puede prevenir muchos problemas antes de que se agraven.
La responsabilidad de esta problemática no recae solo en los jóvenes. Los adultos también juegan un papel significativo, tanto en su conducta como en la estructura del mercado que promociona juegos y apuestas. Empresas, influencers y equipos de fútbol publicitan constantemente estos juegos, creando un entorno donde los adolescentes son los más vulnerables.
Para aquellas familias que enfrentan dificultades con el juego, Rodríguez Conte recomienda estar atentos y recurrir a profesionales. En Bahía Blanca, por ejemplo, existe el Centro de Prevención y Asistencia al Jugador Compulsivo. Sin embargo, reconoce que la atención a casos de juego virtual aún está en desarrollo, y enfatiza la necesidad de poner el tema sobre la mesa para aumentar la conciencia y la prevención.
Esta entrada ha sido publicada el 15 de mayo, 2024 16:22
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