Bahía

En el techo del mundo: el bahiense Marcelo Salloum subió a la base del Everest

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Marcelo Salloum, experimentado viajero y aventurero, compartió su fascinante odisea desde el campamento base del Everest. Un relato que trasciende lo físico para sumergirse en lo cultural y lo espiritual.

“Retrocediendo desde el campamento base, nos encontramos inmersos en la vida cotidiana de Nepal, deteniéndonos en alojamientos precarios donde el confort es un lujo inalcanzable. Dormitorios sin calefacción nos obligaron a depender de bolsas de dormir y abrigos para soportar el frío. La comida, básica y repetitiva, nos recuerda la simplicidad de la vida en estas alturas”, sostuvo en diálogo con Canal Siete.

La experiencia, más que un desafío físico, es un choque cultural. “Presenciar las cremaciones en el río Ganges, una práctica arraigada en la religión budista, nos sumerge en una espiral de reflexión sobre la diversidad cultural”.

El ascenso, fue una hazaña de resistencia y adaptación, se enfrentó a la implacable altitud del Everest. “Partiendo desde Lukla, ascendemos vertiginosamente, enfrentándonos a la falta de oxígeno y una sintomatología desafiante. La aclimatación, clave para enfrentar alturas superiores a los 5000 metros, requiere al menos 40 días de preparación“.

La travesía, guiada por expertos locales, los llevó a través de senderos escarpados y aldeas remotas. “Cada parada intermedia es una oportunidad para adaptarnos a la altitud, una necesidad vital para continuar”, sostuvo.

Para Marcelo, esta aventura marca un hito personal. “A los 60 años, decidí enfrentar este desafío físico y espiritual. La preparación física y mental es fundamental para afrontar los retos que la montaña nos presenta”.

Mientras desciende hacia Lukla, consciente de los peligros que acechan, reflexiona sobre el viaje que transformó su vida. “Cada paso hacia abajo es un paso hacia adelante, hacia nuevas aventuras y descubrimientos”.

Esta entrada ha sido publicada el 6 de mayo, 2024 17:35

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