La tranquilidad de un día de paseo se vio abruptamente interrumpida para Patricia Metz y su perro, Tommy, el pasado sábado. Lo que comenzó como un simple momento de esparcimiento se convirtió en una angustiante carrera contra el tiempo cuando Tommy mostró signos de malestar después de perseguir algunas palomas cerca de la escuela.
“Cuando lo vuelvo a llamar habrá pasado 5 o 10 minutos y empezó a correr sin sentido”, relató Patricia. La situación se tornó aún más alarmante cuando Tommy comenzó a convulsionar y a vomitar, con espuma en la boca, dejando a Patricia y su familia en estado de shock.
Lo que inicialmente parecía un caso aislado, rápidamente se reveló como parte de una preocupante tendencia en el área. “Después de lo que pasó con Tommy, me enteré de que ya habían tres casos más o menos”, explicó Patricia. Esta serie de incidentes, todos con síntomas similares, sugieren un patrón alarmante que ha puesto en alerta a los vecinos.
A pesar de los esfuerzos, aún no se ha identificado la causa exacta de los envenenamientos. “No se sabe si es exactamente en este sector, pero por el barrio ya me dijeron que eran tres“, dijo Patricia, reflejando la preocupación compartida por muchos vecinos.
La posibilidad de que estos incidentes estén relacionados con algún tipo de envenenamiento preocupa a los defensores de los animales y a los padres por igual. Con dos escuelas en el área y una gran cantidad de niños que juegan al aire libre, la seguridad del sector en general está en juego.
Esta entrada ha sido publicada el 22 de abril, 2024 15:03
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