El viernes por la mañana los sorprendió un robo en la parroquia donde funciona el grupo Scout Corazón de María. Norma Baigorria, fue quien descubrió las puertas abiertas y alertó de inmediato.
“Al llegar al lugar, me encontré con un panorama desolador: todas las llaves de nuestras instalaciones habían sido sustraídas y encontramos evidencia de forcejeo en candados y puertas. Los espacios destinados a nuestros niños, con materiales que con esfuerzo habíamos reunido para sus actividades, habían sido saqueados. Se llevaron garrafas, herramientas como hachas, palas, martillos, lámparas y hasta utensilios de cocina. Incluso vaciaron el cajón del suministro de agua para las duchas de los campamentos”, dijo Baigorria.
Entre la impotencia y la tristeza dijo que este trabajo beneficia a 80 niños y cuenta con el esfuerzo voluntario de 20 dirigentes. “Todo lo que hacemos, desde el material hasta la financiación, es gracias a la colaboración de los padres y donaciones. Hasta el momento, no tenemos noticias sobre los responsables, ya que el robo ocurrió entre las 8 del jueves y el amanecer del viernes”, manifestó.
Además del impacto emocional, esto genera una importante carga económica. Según dijo se ha tenido que reemplazar toda la cerrajería y los elementos sustraídos, lo cual implica un gasto significativo.
